Mire hacia la ventana y vi un torrente de agua amarga donde el dolor reinaba y la alegría se esfumaba Luego mire en mi alma donde encontré una lagrima que me había dejado marca No se quien la dejo allí pero me di cuenta de algo: me habían robado el corazón sin ninguna razón. Luego en mi alma algo se formo un torrente de lluvia porque las lagrimas me robaron al igual que mi corazón.
Texto agregado el 21-11-2013, y leído por 123 visitantes. (2 votos)