Hoy la vì
y no se veìa
ni triste ni alegre,
el paso del tiempo
le habìa dejado
un rostro demasiado adusto
y a mì que me gustaba verla reir
porque con sus risas contagiaba el mundo.
Yo con gran extrañeza me pregunto:
Quièn pudo borrarle todas las risas
y dejarle esa tristeza oculta,
esa mirada sin fuego
y sin nada de deseos.
Si ella me permite
voy a colocar el verso
en sus labios y el poema completo
en su corazòn para que vuelva a reir.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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Texto agregado el 20-11-2013, y leído por 527
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