La soledad es la amiga fiel sin preferencia,
agrada al blanco, negro, hombre, mujer
sin distinción,
no tiene ojeriza, antipatía, ni repulsión,
ataca por igual a rico y pobre sin clemencia.
A la bestia impaciente que rumia con apatía
en el portal,
a la golondrina solariega que el verano obliga
a su detención,
al enfermo que triste sufre en la sala fría
de un hospital,
al condenado indigno que de impotencia
llora en una prisión.
Tiene alma de mujer, de niño
emotivo la piel,
cabellera negra como la noche, ojo gris,
labios fríos de muerte,
hondas penas clavadas en el pecho,
la mirada fija, yerta su frente,
sufre, llora, a veces sonríe; porque
en la desgracia es la mas fiel.
JOSE NICANOR DE LA ROSA.
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