Sin piedad me recorres con tu luz generando mil de miradas que elevan y hunden provocando esperanzas necesarias.
De tanto observar descubrí tu paralelo el cual se hunde en un silencio que no es eterno.
Lastimosamente me excuso
Después de arrebatar tu mirada
que alimenta este incubo que emerge de un submundo oscuro de ansias que tu vida ambigua no puede aguantar.
Texto agregado el 20-08-2004, y leído por 144
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