Bastión de lágrimas perdidas enfrascadas
Momento sublime de contemplación etérea
Paradoja irreal de nubes plateadas
Ilusión anclada en mis terruños crepusculares

Llama aislada iluminadora
Cielo teñido de tonalidades grises
Brisas plateadas cuelgan en tus aposentos
Obsequiando tardes de libertad absoluta

Retrato de sublimes instantes
Radiografía de un discurso cuajado olvidadizo
Corriente de mañanas eternas
Izándose con el verdor de palabras murmullos
Flameando eclipses centelleantes
Esplendorosos arrebolados mimetizados
Con la dulce simpleza de un alba astral