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Ayer no fue mi primer día de compras, pero si ha sido el más entretenido, por lo regular, no tengo la costumbre de ir de compras, es algo que me incomoda, excepto si voy de compras, a una librería ahí si me puedo perder horas. El caso es que me desperté con el firme propósito de irme, a comprar lo que me faltaba y sigue faltando, para comenzar un negocio. Si lo primero que debí de comprar es un carro y con todo y chofer, porque no puedo conducir, antes pensaba en conducir, pero me he vuelto más consiente y sé que los reflejos de mis rodillas, y mis ojos ya no están para hacerlo, y bueno, aparte de que, nunca he tenido práctica, sólo teoría y el resto de carros, parecen tener imán cuando yo voy al volante de uno. Lo mejor de todo esto, es que sé como encender un auto y echarlo andar, pero no sé, como estacionarlo y luego los espejos, me confunden.
Pero vuelvo al comienzo del día, me apresuré a hacer lo más indispensable en la casa, nada, me bebí mi café matutino, compré unos tacos, para el almuerzo de mi hijo y me fui; sin muchos ánimos, ya sé que me enfado haciendo compras. Y mi intención era comprar unas tarjetas navideñas, unas etiquetas en blanco ropa interior, y ver precios de bisutería, quizá comprar algo, e ir a una tienda de cosméticos.
Pero al salir a la calle y tomar el taxi, todo cambio cuando le dije un lugar distinto de destino. Me tocó un señor muy conversador, me habló de varios temas a la vez, me tocó un yo. Ja Ja Ja . Eso debe haberme puesto de mejor ánimo. Y luego me dejó justo donde pasaba por una tienda donde venden maletas y al verlas decidí comprarme una de esas con llantas, para ya no cargar mi maleta, cuando viajo. Es una maleta pequeña, no le cabe mucho, pero me dije, así cargo menos, porque cuando viajo me quiero llevar toda mi recámara y el guardarropa, porque nunca sé de qué ánimo voy a amanecer ni qué color es el que voy a preferir de mi escaso repertorio.
Comprar primero la maleta, fue una buena idea, ya que en ella fui poniendo algunas de las cosas que iba comprando. Había tantas cosas, pero sólo fui a visitar unos cuantos pasillos del mercado. Cuando andaba buscando porque pasillo comenzar, como ya traía carro iba a toda velocidad, y de frente venía una señora con su hijo de la mano, y su hijo traía una mochila con carro también y al cruzarnos nos enganchamos con una etiqueta. Así que tuvimos que bajar la velocidad y pararnos, le dije ay es que la acabo de comprar y no le quité la etiqueta, y me puse a desengancharla, pero era la etiqueta de la mochila del niño, la que se había atorado en el cierre de mi maleta. Por ahí anduve viendo algunos adornos navideños, manualidades muy bonitas, pero muy caras. Y difíciles de transportar, eso fue lo que me detuvo de comprar algunas, se les gana poco ocupan mucho espacio y son muy frágiles.
Pensé en comprar unas para mí, pero este año, no tendremos navidad, voy a putear la navidad
Me decidí por un pasillo, y compré algunos juguetes artesanales, cuando llegué al primer puesto, estaba un señor esperando, no estaba la vendedora, me puse a curiosear hubo varios juguetes que me gustaron y decidí esperar. Luego de que atendió al señor la jovencita que estaba a cargo, me dedicó su atención. Le pregunté si me podía hacer una rebaja en los precios, porque lo que comprara, era para vender; me dijo que si, le dije, pero no quiero mucho de una sola pieza, quiero surtido, me dijo que si. Y compré varios juguetes y algunos juegos de mesa.
Cuando ya me iba, me acordé que el señor antes de irse le preguntó a la vendedora, donde podía comprar una bolsa para dama. Eso me recordó que mi primer idea de comprar cosas para vender, fue esa, llevar bolsa para dama y mochilas escolares. Así que decidí ir a dar una vuelta para el lado que ella señaló. Pero había tantos pasillos que mejor me regresé y me topé con el señor en regreso, a lo mejor el señor pensó que fui a seguirlo; porque noté que se me quedó viendo.
Entré por otro pasillo y me encontré con un puesto de bolsas para dama, había varias que me gustaron, pero pregunté por una de color rojo oscuro, me dieron el precio y me dije, si invierto en esto mi dinero, poca cantidad mucha inversión y a largo plazo se recupera.
Pero aún así le comenté al vendedor porque preguntaba y le dije que no podía arriesgarme a llevar sin clientes seguros, le dije eso solamente por pedido, y me dio una tarjeta con su correo o página web o dirección para que ahí puedan ver las bolsas las posibles clientas.
Y noté que el señor seguía en otro puesto preguntando, supongo que tampoco encontró la bolsa que buscaba. Y esperaba a que yo me retirara para llegar al puesto de bolsas.
Quizá le dio pena que yo fuera a pensar que me estaba siguiendo.
Luego me fui e hice una parada en un puesto de mochilas, y ahí si entre dudas de si o no, si o no, por fin me decidí por si, y compré varias mochilas de distintas calidades y precios. Ahí si que ya me fui bien cargada, pregunté a la vendedora donde podía encontrar las tarjetas, me dijo donde, y mi intención era ir, pero no me fijé el camino y me fui por otro lado, y una vendedora ambulante llamó, mi atención, vendía unos pequeños huevos que se ponen en agua y salen unos dinosaurios, compré una bolsita, con la intención de dársela a mi nieto. Así que me seguí hasta el centro con toda mi carga. Ya casi tomaba un taxi para regresarme, pero pensé, mejor voy a la cafetería que me gusta, me tomo un café, me fumo unos cigarros, descanso y le sigo.
Llegué con todo mi tilichero a la cafetería. Cuando iba a instalarme en la mesa llegó una de las meseras, a ponerme el mantel y darme la carta, le dije sólo quiero café, se llevó todo acomodé mi cargamento y me senté, luego de unos minutos regresó con el café. Cuando le dije sólo quiero café voltee a verla a la cara, andaba pintada de muerta. Todos los meseros andaban así.
Me bebí el café rápido, porque por lo regular no tienen buen café, lo sirven tibio y muy aguado. Me gusta la cafetería, pero el café no tanto.
Le pedí más café a la mesera, pero se tardó en servirme, ahí noté que no fue de su agrado atenderme, porque la estuve observando que se hacía pendeja. Y fue a servirme el café hasta que le dio su gana.
Mientras esperaba, eché un nuevo vistazo alrededor, estaba casi llena esa área de la cafetería. Hay personas que comen ahí algún antojito, otras algunas bebidas que no son café. Esto es lo raro de una cafetería, venden de todo y en ese horario nadie pide café, sólo las locas como yo.
Había un sujeto con una latop lo barrí de arriba abajo y creo que le molestaban los zapatos, porque estaba con los pies fuera de ellos, andaba una niña pequeña vendiendo paletitas, se le acercó y luego se fue, luego llegó a mi mesa, sacó sus paletitas pero estaban sin papel ya maltratadas y antes de que dijera nada se fue, al rato regresó con paletitas con papel y me dijo con lo que guste cooperar, ella se llevó toda mi atención y me quiso ganar la tristeza al verla a los ojos. Tuve que controlarme, cuando iba de vuelta por otra salida uno de los meseros le ¿preguntó vendiste mucho? Ella apenas movió la cabeza, pero no es necesario preguntarle si vendió mucho con verla se sabe. Estas son las malditas injusticias de la vida, y la ciudad está llena de ellas.
Aunque bien vestida la niña su rostro reflejaba mucho más que cualquier atuendo miserable.
Llegó otra mesera a preguntarme si deseaba más café, le respondí que ya había pedido, me bebí el café pedí la cuenta y de nuevo la mesera se tardó llegó de nuevo la otra mesera y me dice, quiere más café chula, le dije si, estaba distraída, ah no le dije ya pedí la cuenta. Me llevaron la cuenta y me retiré. Me fui para el lado donde iba a tomar el taxi, con la intención de pasar por una de las tiendas de telas con tanta carga, ya ni podía pero me decidí a entrar, le pregunté a una de las vendedoras, dónde podía dejar mis bolsas, me dijo, no tenemos paquetería puede pasar con ellas, pero con esos pasillos tan estrechos y yo con tanta carga. Le dije sólo quiero unos hilos pedí hilos y agujas, luego me preguntó ¿quiere algo más? Quería ver las telas le respondí, pero con todas mis bolsas, me dijo si quiere déjelas aquí, rápido le dije que si, le pasé las bolsas, y me le dije ya la maleta me la llevo, también por el espacio de ellas que no es muy amplio
Y me fui a recorrer la parte de los manteles navideños. Compré unos metros de plástico e igual había muchas manualidades y materia prima, para hacer adornos, pero yo soy una papa para eso. Tengo manos de hierro.
P.D Luego les cuento el lío de los dinosaurios, estoy experimentando con ellos.



Texto agregado el 17-11-2013, y leído por 224 visitantes. (7 votos)


Lectores Opinan
03-03-2014 Tanto trajin en un rato.... y más aún beber un mal café, sumandole lo mal atendida....noooo. Espero el lio de los dinosaurios.Saludos pithusa
05-12-2013 Tienes frases muy enigmáticas pero que golpean la imaginación como gancho al hígado: "Voy a putear la Navidad" "Andaba pintada de muerta" etc. Eres grande. ZEPOL
 
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