Somos los adictos a la vida
No estamos enfermos, o tal vez sólo un poco.
Porque amamos los abrazos, los besos, los fantasmas,
las despedidas, las bienvenidas, el café a mediodía,
la soledad, la compañía, la música cuando viajamos,
y cuando nos quedamos, y también el silencio.
Dormir poco para vivir más, y caer rendidos con el sol en la cara.
No estamos locos, o tal vez sólo un poco,
porque lloramos con las películas y no con las noticias,
porque apagamos el piloto automático de la rutina
y decidimos a cada segundo lo que queremos,
y aunque a veces olvidamos lo que debemos recordar,
nunca dejamos de recordar lo que no podemos olvidar.
Dejamos las llaves en casa,
apagamos el despertador dormidos,
comemos a deshora.
nunca pudimos cumplir una dieta.
Porque nos alimentamos de emociones.
Como quién diría...
La buena vida y la poca vergüenza...
sólo somos los que nos movemos por el borde de la vida.
Y siempre caemos dentro. |