Las ganas de tenerte
me hace sentir que muero,
ciertamente lo confieso.
Al tratar de definir esta sensación
me doy cuenta
con exactitud ¡cuánto te quiero!
Lágrimas sonoras brotan
de mi alma,
develan mi sueño
si no te veo, aunque sepa
que no estas lejos.
El brillo de las noches
estrelladas
agranda la pasión que guardo
para ti en secreto,
es el amor que siento circular
¡Apretujado! en mi corazón,
que entregarte quiero,
como la otra noche
estando los dos por casualidad
contemplando
el cielo,
se me antojó regalarte
la luna que colgaba
de su techo,
al tenerla en mis manos,
no te la entregué
porque descubrí que estaba rota.
Deprimido caminé flotando
en las nubes
tratando de agarrar una estrella,
que al titilar, su brillo
confundí contigo,
la mujer más bella
por la que sufro y muero.


JOSE NICANOR DE LA ROSA