POEMA G.
(Las voces en silencio).
Tu voz, se perdía en los sonidos ájenos,
las cuerdas de tu vieja guitarra,
sonaban de forma muy rara,
eras así, don Emilio Aguilera,
las canas confundían con el color de tu sombrero,
tu frente arrugada denunciaban los años,
así las cuerdas sonaban al contacto de tus manos,
pero el paso de los años,
no dañaban tu anhelo,
de cantar con tu ronco pecho,
las canciones del rey del bolero ranchero,
así en el vaivén del metro,
despertaste viejos recuerdos,
y cuantos pensamos enamorarnos,
con esas canciones de viejos,
que nos dieron vida hace mucho tiempo,
y que tu Emilio Aguilera,
despertaste un segundo en el recuerdo,
en el vaivén de la vida y del metro.
Rey Cimba. ©
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