"Me presento como un chico de barrio"
Mi nombre es Adrián Noble Bustos, hoy en día tengo 21 años. Hace dos año ocurrieron los hechos por los cual me encuentro en una cárcel.
Quiero creer que todos los días eran diferentes antes de esto, sin ni una nueva novedad.
Era 23 de diciembre del año 2001, yo trabajaba en el negocio de mi tío por las tardes de lunes a lunes. A veces atendía y debes en cuando cebaba mates cuando atendía mi primo Alexis, él era un poco más serio y callado, así que casi siempre se quedaba sentado en una esquina, con su celular sin decir nada, y aunque tenía casi 22 años seguía viviendo de sus padres. Ese día en el negocio, no hice ninguna de las dos cosas, no llego ningún cliente y Alexis festejo su aniversario del primer año de novio con mi mejor amiga, Alicia, que era 3 años menor que él. Mi tío compraba mercadería para el negocio. Escuchaba música en la radio como siempre. Eran las 9:00 de la noche y seguía solo en el negocio, y empezó a sonar en la radio “Sweet Child O’ Mine” sin duda la mejor canción de amor que escuche esa noche. Ya que estaba solo y nadie venía a comprar, puse la radio bien alta. De repente un conocido del barrio entro corriendo derecho a la parte donde estaban las verduras, asique baje el volumen y pregunte…
-¿Qué pasa? ¿Que buscas?
-Tengo una fiesta con mis compañeros en mi casa, pero me hace falta limón amigo.
-Bueno, si me esperas un segundo te voy a buscar limones.
-…Y si puede ser un vaso de agua también… rápido por favor…tengo sed.
Más de una vez apareció de la nada, asique ya me lo esperaba de él. Lo conocí mejor en un concierto de "La Renga" ese mismo año, tocaban en el huracán. Teníamos 19 años, y desde ese día nos vemos siempre. Su nombre era Mariano Paz, nos hicimos buenos amigos, él era el que tenía suerte con las chicas y yo el mas callado.
En fin, fui a buscar los limones a la casa de mi tío que estaba pegada al negocio, entre y fui a buscar un vaso de agua, agarre la bolsa de limones y volví al negocio. Cuando volví, él hablaba con una chica, esa chica era tan hermosa que me quede embobado, como si nunca hubiese visto una mujer en mi vida.
-(¿Quién es esa mina…?)
Me pregunte por dentro, ella sonriendo lo saludo y se fue sin ni siquiera comprar algo. Mariano se dio vuelta y dijo
-¡Le pedí el número!
-¿Te lo dio?
-Sí, obvio
-¿Y? ¿Lo anotaste?
-No
-¿Cómo, no lo anotaste?
-No traje mi celular.
-¡Ha!... ¡Sos un terrible boludo entonces!
-Si me das un papel lo anoto.
Busque un papel y una lapicera. A mí, me pareció raro que, en el rato en el que fui a buscar las cosas, hayan hablado tanto como para que le haya sacado el número así nomas. Lo que no me sorprendió fue que Mariano se jacte así mismo.
-Che, ¿cómo hiciste para sacarle el número?
-No sé.
Después de la media hora, Mariano se acordó que tenía a sus compañeros de la escuela en su casa esperándolo, y como entro al negocio, se fue.
-Bueno Adrián, nos estamos viendo, pegate un vueltin por mi casa más rato
-¡Dale! ¡Cuando cierre el negocio, voy para allá!
Solía tener el pelo largo, asique me decidí por hacerme rastas en toda la cabeza. Mi primo Alexis me decía que con el pelo así me parecía más a mi hermano. Por cierto, mi hermano Carlos Bustos, apodado por mí Charly, murió el 8 de Septiembre del 2000, tenía 22 años cuando tuvo una muerte medio trágica, pero mejor no contar por ahora.
Esperé a que llegue mi tío, pero eran las 11:00 y no llegaba. Asique cerré el negocio y me fui a mi casa. En el camino iba pensando, como una mina tan hermosa pudo dar el número así nomás como si nada, y sin decir una palabra. Y cómo pudo ser que no le haya pedido el nombre.
Llegue a mi casa, agarre mi mochila y me fui a lo de Mariano. Camine despacio tratando de prender un cigarrillo, pero hacía viento y no me dejaba prenderlo. Pase al negocio a sacar unas botellas de cerveza, y lo que fuera para llevar, pero mi tío todavía no llegaba y mi primo temprano no iba a llegar. Cargue mi mochila, y salí de ahí pensando, que hubiera pasado si yo la hubiese atendido ese día, tal vez estaría en el lugar de Mariano...
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