Extraño ver, como sangre de mi sangre carne de la suya cantaba tanto odio Yo, que floté de su vientre que nadé en sus entrañas que irrumpí en su vida sentí que jamás sería de sus afectos Soñé que mi linaje era maldito que le había forzado lágrimas y no de amor de madre ni de fraterno cariño que llaman Sino de coraje, desidia pura como la del arma humana que asesina sin piedad a la mosca Y ella cortó el puente de carne, de estirpe y consigo mi esperanza Pariéndome con desdicha y un manojo de congoja porque en mi aguardaban los ojos del hombre que ella aborrecía.
Texto agregado el 12-11-2013, y leído por 145 visitantes. (1 voto)