Hondas mareas de indecibles recovecos;
Incendian los rincones de mis nubes perdidas.
Ellas se disuelven quedando retiradas,
En sinfines horizontes distantes y tardíos.
Elígeme entre las noches olvidadas;
De estrellas borradas de labios cerrados.
Vuela la palabra desde mi boca hasta tus manos,
Y sus dedos apretados
Rodeando al camino.
Carnavales ocultos en
Lagunas de espanto;
Avecillas contando
Lo que nadie ha escuchado.
Purifícame en la distancia
Que separa los sueños
Separando las cortinas
De la pluma y el lamento.
Texto agregado el 10-11-2013, y leído por 111
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05-10-2014
Siempre vuelvo porque hay mucho misterio en tus letras, niña bella. Muertelenta