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Había comprado un traje oscuro saco, pantalón, corbata muy al estilo americano, le costó un poco caro pero estaba feliz por la adquisición del mismo, solo lo ocuparía en ocasiones muy especiales; un día en particular se colocó el traje para una boda a la cual lo habían invitado, se puso el traje, primero el saco luego el pantalón, junto a este se puso una corbata a la cual le hizo un nudo de mariposa y unos mocasines bien lustrados, cuando iba para la iglesia se dio cuenta que no llevaba mucho dinero en efectivo, días antes había perdido la tarjeta de débito, no le quedó más remedio que ir a un banco para retirar dinero. Entro al banco y había una cola con tres personas para entrar, él era el cuarto, cada uno fue entrando al banco, un seguridad los registraba y a la vez los revisaba con un aparato que emitía un sonido agudo, luego pasaron por una puerta en forma cuadrada la cual detectaba cualquier tipo de metal que llevaban las personas, cuando le tocó el turno a él, el seguridad le paso el aparato por todo el cuerpo y este no emitía ningún sonido, cuando paso por la puerta que detectaba los metales, esta emitió varios sonidos confusos, una luz blanca y brillante lo lleno completamente a él.
-Fue un alto voltaje en la energía-dijo un seguridad.
-¿No trae armas?-le preguntó otro seguridad.
-No ninguna-le contestó.
Los agentes de seguridad discutían sobre el suceso y uno de ellos se había puesto muy molesto y la actitud se le volvió un poco negativa hacia el banco por no darle mantenimiento al aparato, él le puso su mano en el hombro y le dijo:
-No se preocupe, no es su problema-
En un instante la actitud del seguridad cambio por completo había pasado de estar en una forma negativa a una actitud completamente positiva, él se dirigió a una de las cajeras para retirar el dinero, cuando estaba con una de ellas, la cajera de al lado se quejaba por muchas cosas, que el dinero no le alcanzaba, que la vida era un martirio para ella, él la observo muy detenidamente, ella lo observó también y ambos intercambiaron unas miradas muy directas, después de eso la actitud de la cajera cambio por completo, la negatividad se había ido y ahora solo hablaba cosas positivas.
Cuando llego a la boda el ambiente era muy alegre, la gente platicaba y comían del bufete que habían servido, se sentó al lado de un amigo y empezaron a platicar, un amigo le empezó a decir que su vida había sido un desastre, que lo había tratado muy mal, que no confiaba en nadie, todo era negatividad, él lo observo y le puso la mano en el hombro, este se quedó pensativo uno segundos y después ya no hablaba de su negatividad cambio la plática en el sentido de ser una persona más positiva y más propositiva, empezaría un cambio en su vida para ser una persona de bien. La boda estaba en su punto cuando los recién casados se retiraron de la fiesta y solo quedaron los invitados, un señor que estaba también a su lado empezó a decir que el casamiento era un martirio, una forma de atarse la vida para siempre, según él a esos recién casados solo les daba un par de años luego se divorciarían, él noto que el señor solo hablaba cosas negativas del matrimonio, le puso la mano en el hombro y el señor se le quedo viendo muy directo, después cambio su actitud y empezó a hablar cosas positivas del matrimonio, dijo que quizás se hubiera casado joven con su esposa la cual falleció hace un par de años.
Estaba en la mesa cuando sintió una corriente eléctrica por todo su cuerpo esta le puso los pelos de punta, al parecer el traje se había cargado de un magnetismo cuando paso debajo de la máquina que sirve para detectar metales, al parecer la tela del traje se había impregnado de un magnetismo pero de uno negativo, haciendo que a las personas las cuales hablaban o se comportaran de una forma negativa cuando él se acercaba, las miraba o las tocaba su negativismo se impregnaba en él o en la tela del traje que portaba, pensó: “el cambio de voltaje en ese momento cargo el traje de esa energía”; siguió disfrutando de la fiesta cuando una persona no se percató y fue empujada por otra, esta llevaba una copa de vino en su mano, del empujón la soltó cayendo sobre el traje que él había comprado y se había puesto, una mancha color oscuro se empezó a notar en el saco y en la parte del pantalón, trato de quitársela mojando un pañuelo pero todo fue en vano, no tuvo más remedio que retirarse de la fiesta.
Al siguiente día llevo el traje a una tintorería para que se lo lavaran y a la vez para que le quitaran la mancha que tenía, al cabo de un par horas fue a recoger el traje, había quedado como si no hubiera pasado nada, en esa semana fue invitado a un acto de graduación de un pariente en una universidad, se puso el traje y acudió al acto, después a una cena, varias personas conocidas de él y otras que no conocía estaban platicando en la mesa la mayoría hablaba de sus desgracias, de lo malo que la habían pasado en la vida, una de ellas conto que casi se suicidaba por lo mal que la estaba pasando, el negativismo era tal que se paró de la mesa y se fue al baño, dijo: “quizás con la lavada, el traje perdió su magnetismo”, se lo quito y se volvió a poner, lo froto con las manos para ver si adquiría el magnetismo pero todo fue en vano, decidió mejor retirarse de la cena para ya no oír a las personas.
En esos días miro al traje colgado en el armario, no hallaba explicación del porque este había perdido su magnetismo, pensó y divago en su cerebro, varias ideas se le ocurrieron entre estas llevarlo de nuevo a la tintorería, pero no le pareció, dijo: “y si me pongo el traje y vuelvo al banco, a mejor adquiere de nuevo su magnetismo”; se puso el traje esta vez cambio el nudo de la corbata y se dirigió al banco, como era último día del mes estaba un poco lleno, se acercó a la entraba, estaban los mismos agentes de seguridad que la vez anterior, uno de ellos le paso la maquina por el cuerpo y esta vez sí emitió un sonido, luego paso por la puerta cuadrada que detectaba los metales y cuando estaba debajo de ella está también emitió un sonido agudo y largo, los seguridad lo volvieron a registrar y mientras lo registraban la maquina emitió una luz roja, al final lo dejaron pasar, fue donde una de las cajeras esta lo atendió muy amable pero de repente su actitud cambio por completo paso de amable a pedante y casi le tira el dinero que había retirado, cuando estaba por salir del banco los agentes de seguridad discutían sobre un tema, él le puso la mano en el hombro a uno de ellos y le dijo:
-No se preocupe no es su problema-
En un movimiento repentino el seguridad le quito la mano y a la vez se la tomo muy fuerte y le dijo:
-¡No vuelva a tocarme por favor!-
No hallaba explicación de lo sucedido al parecer el traje ya no se cargaba del magnetismo el cual cambiaba a las personas, todo lo contrario ahora las personas estaban positivas y de repente se volvía negativas, al parecer la máquina que detectaba los metales había invertido el magnetismo del traje haciendo que las personas pasaran de una forma positiva a negativa, llego a su casa y se quitó el traje, en la tarde recibió la visita de su padre al cual no había visto desde hace varios meses, no se habían comunicado ya que según él su padre solo le hablaba de cosas negativas y siempre lo cuestionaba por su actitud pasiva hacia la vida, el padre llego, se saludaron y empezaron a hablar, poco a poco la conversación se volvió muy amena, al parecer el negativismo del padre había cambiado, le comento al hijo que un amigo había muerto y que asistiría al entierro, pero que no tenía ropas adecuadas para ir, el hijo al oír lo que el padre le estaba diciendo le dijo:
-Tengo un traje que ya no ocupo si quieres te lo regalo-
-De veras si ya no lo ocupas, te lo acepto-le dijo el padre.
-Pero, ¿deberías probártelo?-le pregunto el hijo.
El padre se probó el traje se puso el saco, luego el pantalón se miró en un espejo que estaba en la sala y le tallaba muy bien, le pregunto al hijo:
-¿Qué te parece?-
-Pues te queda perfectamente, quédatelo y lo llevas al entierro de tu amigo-pero no sientes nada extraño con el traje puesto, no sientes algo que cambia en ti-le insistió el hijo.
-Pues no, no siento absolutamente nada-le dijo.
El hijo notó que el traje no hacia ningún efecto en el padre, ya que él siempre tenía una actitud negativa, el traje lo no cambiaba y tampoco transformaba la actitud del padre, el hijo le comento:
-Te parecerá extraño pero ese traje cambia la actitud de las personas, las cambia de una actitud negativa a una positiva y viceversa-
-¡Por favor!-le increpo el padre.
-Créemelo que así fue-le dijo el hijo.
El padre le comento: -hijo yo sé que no fui un buen padre, que muchas veces no estuve a tu lado cuando más me necesitabas, pero recuerda esto: “para tener una actitud positiva o negativa no hace falta ponerse un traje”.-

Texto agregado el 10-11-2013, y leído por 109 visitantes. (0 votos)


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