BULLYING
No crean que yo no sé que muchos piensan que soy un viejo ridículo, que me ando haciendo el pendejo, con mi ralo pelo largo. Inclusive, no falta el que me lo grita en plena calle, amparado en la impunidad que le da el anonimato. Claro que lo sé, pero peor fue sufrir las burlas en mi infancia y adolescencia. En esa época sí que me dolía, esa permanente agresión, esa violencia psicológica a la que me sometían, y que me fue convirtiendo, para sobrevivir, en lo que soy. Entonces se decía, le tomaron de punto, está para la cargada. Hoy los medios descubrieron un termino inglés, “bullying”, para denominar esas crueles burlas sistemáticas. Entonces no se tenía conciencia del daño que causaba en la victima, se aceptaba como un hecho natural entre los niños y adolescentes, inclusive entre los adultos. Porque este no se aplicaba sobre características modificables, por ejemplo, yo puedo cortarme el pelo y si bien estoy realizando un acto contra mi voluntad, pero no puedo modificar un defecto físico, o si puedo, en algunos casos, mediante cirugía u otro medio externo, pero es posible que no esté al alcance de todos. Resumiendo, yo puedo decidir cortarme el pelo, pero no me animo a cortarme las orejas
|