No sé cuál es en mí el peor de los castigos...
La pena por no hacerle frente a ésta condena;
Huyendo como un burdo y torpe fujitivo,
Que justo tras sus pasos, lastran sus cadenas.

Y es que no brinda en mí, el alivio o el consuelo,
El gran abismo cruel, que ahora nos separa...
Porque mi cuerpo está, y siempre estará preso;
Mientras mi alma esté, de Ud. enamorada.

Entonces vale poco,el insufrible esfuerzo,
Que es el desvío y fin por éste devaneo;
Porque no importa cuánto (más), evada (yo) éste anhelo...

¡No morirá el instinto, no menguara el deseo!


No se cuál sea hoy de mí el peor de los castigos...
Si sea estar sin ti, o estar sin mi y contigo;
Sin ya poder dormir, soñando todo el día,
Con que es posible hacer, palpable la utopía.



By.skM. CC. Rumbo al otro lado del "charco".