Complacerse al complacer, aborrecer después de amar y amar después de aborrecer. Acidez estomacal, una reacción en cadena es el vacío.
Hay que partir en silencio, al hacer lo que mejor hacen los amantes.
Date el lujo de creer lo que quieras, para así no sentir culpa, decodificar un no en “después soy toda tuya”.
¿Cuantas veces escuchamos mentiras y verdades convenientes?
Creer amar ciegamente, aunque se ame por decisión. Tropezar cada rato, por el mismo pie. ¿Es suficiente la conciencia, el ensayo y el error?
Hola dice un beso, se enciende el fuego, ojos cerrados cuerpo dispuesto, presuroso corre el jugueteo, próximo al universo de la piel y el alma.
No hay más que sentir, que lo que se toma en el momento. Tortuosa afrodicia exaltando los sentidos. Aromas, sensaciones unificadas al unísono de 2 corazones.
Después de terminar el acto, se dice hasta luego con un beso, ese que solo ofreces por compromiso, mas no por convicción.
Hola y adiós en un solo gesto.
Miente y piensa que lo sabes hacer bien, usa esa frase infalible, con la que te lavas las manos. Durante, antes o después de cada acto, así como las rutinas, que llevas a otros brazos.
Toma en los cuerpos, eso que buscas con tanta ansia, pero no logras encontrar y llámale como quieras, a eso que le dicen amor.
|