Ella esta ahí,
la miro todo el tiempo,
la miro sin conciencia,
desearía no mirarla
pero mis ojos siempre han
tenido la fuerza,
y siempre la debilidad
de tentarse a los abismos

y cada invierno que pasa
deja tras de si la nostalgia
pero la primavera
llega con ansias
nutriéndose del amor
de los hombres
y del sol de mañana,
nunca, jamas me detecta
me deja a un costado
me lustra las penas

y ella sigue ahí,
mientras que
otro año se muere,
a pie marcha como siempre
mientras inclina su cabeza
si de frente choca mi suerte

sabe que con tristeza la miro
y aunque parezca entristecerse
se regocija y ríe por dentro,
porque lleva el arte en la sangre
el arte de volverme basura
ese arte repulsivo
de hacerse desear

¡maldices mi suerte!
pienso ahogarte
con el peso de este amor,
amor que es obsesión
y después de todo
solo obsesión es el amor
¡detestable fascinación!
que solo logra el mirarte,
mirarte una vez y otra vez
y otra vez
mirarte como siempre,
torturarme un buen rato
y volver contando los pasos.