Cuidame por favor
Que mi pena es aún mayor,
Este suelo se llena de espinas
Y el vacío macabro
No se compara con el anhelo de beber sangre
Y el ardor interno que me consume entero,
Mis ojos decaen cada vez más
Y mi corazón cuelga de una arteria,
De nada sirve mi voz cacofónica
Si mi boca ya no esta
Si mis labios se fundieron entre sí como el oro,
Quisiera que mis manos
Anhelaran por tocarte,
Pero, eso no podrá ser
Rasgaría tu piel
Con mis enormes garras.
Siempre estaré en esta condena sempiterna.
Texto agregado el 05-11-2013, y leído por 105
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Lectores Opinan
05-11-2013
la verticalidad de la prosa bien escrita Vientodelsur
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