Esta es la historia de alguien que yo quisiera ser. Es un tipo de tantos años, jóven, pero no tanto, o sea yo. Es tan dificil contarles esto. Digamos que todo transcurre de manera normal con este amigo. Es decir soy yo, si usted no me conoce, debería averiguarlo, porque no seré yo quien le cuente hasta el minimo detalle de mi figura, mi pasado, todo lo que he hecho y lo que he pensado. Cada vez que lo intento, eso de explicarlo, me da flojera y me voy a otro lado. No soy una persona exitosa, tengo un empleo extraño, soy delagado y padezco de estrabismo. Algunos de ustedes ya lo sabían. Así que tengo mis complicaciones para andar en este mundo cruel. He sufrido grandes injusticias y vejaciones, y no he sabido defenderme. No he podido ejecutar el plan de emergencia. Pero me considero afortunado de haber superado grandes crisis y desengaños. Pero esto no se trata de eso. El punto es que alguien como yo de pronto se vuelve la persona más feliz del mundo. Puede ser con ayuda de la obtención de algún premio millonario de sorteo, o quizás una serie de apuestas descabelladas que resultan buenas. Y entonces comienza lo interesante. Entonces vienen las obras de arte, las conquistas, los vástagos, la justicia. Pero no se me ocurre cómo puede suceder tal prodigio de cosas en un mundo miserable. Por eso no escribo esas historias, que son las que valdría la pena escribir, pero como no puedo, escribo basura y más basura, y no está mal, porque es una basura común y corriente, que podría salir de cualquiera de ustedes, pero es mía y solo mía, y ustedes tendrán la suya propia, y a mí no me interesa, pero espero que les interese la mía, y básicamente así es esto. Algo se me debe estar pasando para que no proceda ningún reclamo, pero con esto basta. |