Quien entiende el funcionamiento de aquellos engranes tan torcidos y lindos? Así es como desperté esta mañana, pensando, pasando un poco el sabor del amargo vino de la noche. Un regalo de cumpleaños llego a mis manos, lo abracé como yo solo sé hacerlo. Muy a la distancia de aquel sitio y regalo recibido, mi cabeza ya no estaba en mi cuerpo, fui trinidad, mi alma enaltecida por el cariño recibido se alojaba ya en las estrellas, mi mente fuera de sí misma se alojaba en lo profundo de alguna catacumba y mi cuerpo finalmente en su sitio, inerte, inmóvil, estático.

Quien si no soy yo, es el protagonista de esta mi vida? Si estoy es para ti, porque te quiero y si no estoy es para ti, porque me quiero. No es mejor acaso alejarse de quienes queremos? Yo creo que sí, puesto que mientras más se ama a otra persona, menos te amas a ti mismo y te pierdes en la locura.

Quien es yo, cuando no estoy ni para mi mismo? Esa pregunta me ha pesado por años. Para mi nadie está ni estará. Muchas veces me han dicho igual, pero jamás he visto su compromiso. Que queda para mí mismo, cuando no estoy? Pues queda vacio, si me pierdo estoy jodido, no hay ancla que me afirme en este océano de pensamientos, ni agua suficiente para calmar mi sed de comprensión. Jamás he dicho sin hacer, y jamás he hecho lo correcto, el recuerdo queda en aquello.

Que es lo correcto? Quizás nunca lo sepa, solo sé que de actuar hay que hacerlo por bien pensado, y pensado bien después de haber actuado es menester y deseo. Por eso tal vez actúo sin pensar mucho y después pienso mucho sin actuar.