Como todos los domingos
Bajaste de la colina
Con tu canasta repleta
De manojos de flores frescas
Para vender en la plaza.
Resplandecías:Era Domingo.
Bajabas cantando tonadas,
Tu vestido bordado de flores
Jugueteando con la brisa.
Reías y sonaba tu risa
Con el timbre del cristal murano.
Reías...y era Domingo.
Aquel día era de fiesta:
Cumplías dieciocho años.
Tu traje de cumpleañera
De tules y moño rosa
Lo lucías cual princesa.
Celebrabas...y era Domingo.
Un fúnebre cortejo
Baja triste y en silencio,
Las canciones están mudas,
Las risas también han muerto.
Tu traje de cumpleañera,
De tules y moño rosa
Ya no luce su belleza.
Partías...y era Domingo.
Texto agregado el 02-11-2013, y leído por 406
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Lectores Opinan
02-11-2013
El atardecer de cada domingo parece el presagio de algo nefasto a suceder... HGiordan