Concierto apasionado Llevábamos el tiempo con pausas y con fugas. Sonata apasionada tremolante de trinos y adornada de arpegios. Percutían los tímpanos los ritmos del allegro hasta el gran paroxismo del unísono amplexo cargado de silencios. Acordando felices el lugar y la hora del futuro concierto, vestíamos sin prisa nuestros dos instrumentos.
Texto agregado el 19-08-2004, y leído por 225 visitantes. (2 votos)