LA MALDICION EN EL SAMHAIN


Para ella el festejar el decimo mes del año mas que una diversión era una obligación que pasaba de generación en generación. Por alguna extraña razón desde tiempos ancestrales el temor que invadía a su familia cada mes de octubre era indescriptible, como si tuviesen algo a que temer.

Desde niña se le inculcó el adornar una calabaza y colocarla en la puerta de su casa siempre con una luz encendida en su interior, más que como parte de una festividad, como una tradición cultural desde la edad de los celtas.

No entendía nada pero año tras año escuchaba términos como luna del cazador (luna llena en Halloween) y samhain (noche embrujada, fiesta de los muertos), sin saber su significado trataba de no pensar mucho en eso.

Justo el primer día del mes de octubre sentía como alguien la miraba, era una sensación que le era extraña y que no alcanzaba a entender, cuando le comunicó a su madre lo que ocurría esta palideció de inmediato y le pidió que pasara lo que pasara jamás fuera detrás de la sombra que pudiese vislumbrar en algún momento.

Si bien hasta el momento no vislumbraba nada, la noche de luna llena de ese mes algo extraño se materializó frente a su cama era una sombra gigante y temible que la llamaba.

Impávida no sabia que hacer su voz no afloraba, sus piernas no respondían y sus ojos solo se llenaban de lagrimas, sin embargo a pesar del estado de indefensión en el que se encontraba la sombra que se posaba frente a ella no la alcanzaba y solo le susurro:

- “ya verás como nos volvemos a ver la noche del samhain”

Al amanecer y una vez recuperada de tal impresión corrió hacia donde su madre y le contó todo lo que aconteció.

La madre asustada le dijo:

-No te preocupes hija esa sombra no entrará aquí en Halloween.

Los días pasaron y entonces eventos aun mas extraños comenzaron a ocurrir, de la nada se encendían en llamas las cortinas, risas burlonas a todas horas, pisadas fuertes en toda la casa y las famosas calabazas cercenadas noche tras noche.

Entonces su madre al ver la pesadilla que vivían día tras día decidió contarle lo que pasaría en tan solo horas sino hacían algo pronto.

La madre no sabia como contarle a su hija el secreto que después de siglos parecía estar pesándoles a ellas:

- “Anteriormente en épocas muy antiguas y en tierras muy lejanas lo que hoy se conoce como Halloween era una festividad utilizada para alejar a los espíritus de toda índole buenos y malos, lo importante era que ellos caminaran hacia la luz.

Nuestros antepasados en busca del poder que solo fuerzas muy poderosas pueden ofrecer, hicieron un trato con un demonio muy poderoso, en dicho trato nuestros antecesores se comprometían a entregar un alma pura y casta en cada Samhain a cambio de poder político y económico.

Durante décadas así se hizo y el poder de nuestro clan crecía con abundancia, hasta que un día, se concertó la entrega del alma de un niño en especial, en una hacienda solitaria, sin embargo, faltando solo horas para el pacto el niño sufrió un horrible accidente al ingerir cicuta, estando tan cerca la hora era imposible ir y regresar debido a la gran distancia que se debía recorrer entre la población más cercana y el lugar acordado.
El único ser entonces que era adecuado para entregarse era el hijo menor de uno de los integrantes de la familia, pero eso no sucedería.

Ocultando al niño entonces sacrificaron a una joven del servicio que a su edad ya sabia lo que era entregarse a un hombre, por tanto el sacrificio fue aborrecido de inmediato.

El demonio en vista de no tener la cuota anual que solicitaba se coloco furioso y su ira aumento al notar la existencia de un pequeño niño en la hacienda, entonces calmándose pidió que se le entregara al pequeño, insinuación que fue desobedecida y entrado en cólera, acabó con todos los habitantes del lugar y dejo con vida al pequeño solo para maldecir su sangre y la de todos sus descendientes obligándolos a vivir con miedo pues serian presa fácil de cualquier espíritu maligno y sentenció que la próxima vez que se topara con la misma sangre maldita el mismo los destruiría.”

La joven atemorizada no sabia que pensar pues las oraciones eran inútiles y las calabazas cortadas una a una definitivamente algo malo entraría a hacerles daño.

La madre solo pudo pensar que haría hasta lo imposible por salvar a su hija, así que le dio un pequeño talismán que había pasado de generación en generación en su familia y le pidió que esa noche en especial durmiera en su habitación mientras ella tomaría su lugar.

La noche de brujas llegó y el temor de las dos mujeres crecía con el pasar de cada minuto, hasta al filo de la noche sintieron tres golpes en su puerta y uno en cada ventana, la joven atendiendo el consejo de su madre se escondió en su habitación.

Y la madre al entrar en la habitación de su hija se encaró con aquel demonio que sin dudarlo tomó su alma y riendo empezó a buscar la de la joven pero a pesar que percibía su aroma no alcanzaba divisarla.

La joven asustada y triste no sabia que hacer, cuando de la nada escuchó nuevamente la voz de su madre que aferrándose al demonio lo ató por las manos y recitando una extraña canción.

Y en la lejanía viendo desaparecer solo la voz de su madre que decía:
-Ahora estas segura porque este ser caminara a mi lado.