La culpa está sobre la mesa,
Junto con media copa de vino
-Media alma perdida-
Las miradas se quieren, se miman,
Los cuerpos
-húmedos-
Vibran al sentir piel prohibida,
Dedos de fuego,
Besos de estrellas,
La copa vacía.
Ésa letanía del alma
Bebida de un trago;
Esos besos de huracanes
Que desprenden
Las ganas de antaño,
Que dejan al viento
Las confesiones guardadas
Esos silencios del alma,
En la negrura nocturna
-refugio de estrellas-
Se convierten en
El gemido eterno
De unas horas.
Lo prohibido nunca
Ve el amanecer
Entre sabanas.
El Mesiaz
Texto agregado el 30-10-2013, y leído por 271
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Lectores Opinan
22-11-2013
La separación estaba sobre la mesa...entre la taza de café y el vaso de limonada...Me recuerda a Hikmet felipeargenti
15-11-2013
Me encantó! Sutil y a la vez profunda. Esa Humedad Prohibida de tu poesía merece un brindis de amor mas un trago de vino. Mis ***** ante estos versos sin medida ni rima.
Abrazos. chilicote