Sentía un dolor profundo en el alma. Saber que no te volvería a ver me hacía sentir tan triste! Y de repente te divisé a lo lejos. Mi corazón se me quiso salir del pecho. Tú ahí! Lucías más joven. ¡Y que guapo! Vestías con ropa de color verde olivo, el verde, tu color preferido. Algo me decía que no podías ser tú, quizá sólo estaba evocando la imagen de alguna foto tuya de tu juventud. O tal vez era mi necesidad de verte, aunque fuera una vez más, lo que hacía que te mirara en esa persona. O dando rienda suelta a mi imaginación , podrías ser tu yo del algún universo paralelo. Qué sé yo... Lo que fuese, me quedé contemplándote. Observé como te aproximabas a tu automóvil y abrías el cofre, hiciste algo ahí que no pude saber qué era, para luego abordar tu auto, de color verde, por cierto. Pensé con gran emoción, ahora que pases por aquí te darás cuenta de mi presencia. Pero algo sucedió. De pronto me vi rodeada por una multitud de gente, que al parecer al igual que yo, esperaban el momento adecuado para cruzar la calle. Pasaste sin mirarme. Cuánto dolor sintió mi alma!! Y qué gran tristeza darme cuenta de que hasta en mi sueño te había vuelto a perder!

Romie