Ladra perro ladra, gritaba con todas sus fuerzas el Capitán Jorge en realidad se llamaba Luis Ortega Cano, pero era mejor que lo llamaran por su alias ya que la zona al parecer estaba infectada de terroristas.
Como voy a ladrar acaso perro seré le respondió Julio Quispe, era de madrugada lo habían agarrado en la noche caminando cerca a la Base Militar del pueblito de Paccha en Ayacucho, yo estoy buscando a mi guagüita, salió sin que me diera cuenta de la casa y no la encuentro por ningún lugar, ¡calla perro terrorista! Le dijo Juan Risco o “Puma” como lo llamaban en la base, haz lo que dice el Capitán, ¡cerdo asqueroso!… por favor suplico Julio no me maten mi guagüita no aparece, mi esposa se encuentra en Lima con mi hijito que esta delicado de salud, no sean malos, el Capitán Jorge apretó la soga que tenia Julio en el cuello y el ultimo pensamiento de Julio fueron para su esposa y sus dos niños.
¿Qué, ya murió? Preguntaba cachosamente Jorge, caramba este sí que es tumba la fiesta justo cuando empezaba a divertirme.
En el fondo de la cuadra se encontraba Oscar Palma alias “manteca”, ebrio como casi siempre y apañado por el Capitán Jorge, pues manteca era hermano de su Sra. Esposa Regina Palma,…mientras en el camarote con un trapo en la boca y atada de manos se encontraba el cuerpecito ya sin vida de Rosalinda Quispe Huamán, hijita de Julio de solo cuatro añitos había sido violada por manteca nadie se explicaba como la pudo llevar hasta allí sin que se dieran cuenta o quizás nadie
quiso darse cuenta.
Eres un animal le reprocho su compañero Gilberto Rosas alias “matemático” quien recién regresaba de su guardia, lo que has hecho no tiene nombre eres peor que los terrucos, Cállate le ordeno el Capitán Jorge, que has hecho manteca eres un imbécil, fue un accidente respondió el cobarde militar yo solo quería que
descansara calentita en una cama, matemático le propino un puñete que lo hizo caer de espalda…todos los que estaban en el cuartel tuvieron que contener a matemático para que no matara al manteca.
Bueno tenemos que pensar que hacer con los dos cuerpos, bueno colaboren con ideas vamos…pero nadie quería ensuciarse más de lo que ya estaban, Ya sé, exclamo el Capitán Jorge, llevemos los cuerpos a su casa alguien que colabore con su esperma desvistan a Julio y ensucien su pene también mánchenlo con la
sangre de la niña la acuestan y cuelgan a Julito de una viga, que parezca que violo a su hija y se mato, ah y también echen en su boca aguardiente lo que quede en la botella déjenlo en su mesa.
Se asomaban los primeros rayos del sol cuando llego el Párroco del pueblo Padre Ernesto Vidal, estaba nervioso y asustado, Capitán Jorge, ha sucedido una desgracia encontraron los cuerpos de Julio y su Hijita muertos al parecer la violo y
luego se quito la vida tal vez al darse cuenta de la aberración cometida… ¡Cómo es posible! exclamo Jorge, Dios mío que hecho tan horrible, ¡como un padre puede hacerle semejante daño a su propia hija!, exclamo Jorge con un cinismo
creíble, vamos inmediatamente Padre.
Al llegar los campesinos habían quemado el cuerpo de Julio para que según sus creencias el demonio que estaba dentro muriera con él, el cuerpo de la niña era velado en el local comunal la habían vestido de blanco para que Dios perdonara el agravio y la recibiera como un angelito, mientras tanto Luz Huamán y el pequeño Julito Quispe Huamán, se encontraban en Lima ajenos al dolor que tarde o temprano los alcanzaría, Julito de trece años había sido trasladado desde Ayacucho al Hospital del niño en Lima debido a un cuadro agudo de neumonía,
Mamita tuve un sueño horrible soñé que mi papito y mi hermanita eran perseguidos por uno perros y después pude ver a los perros devorándolos, calla la boca hijito y rézale a Dios para que te mande sueños bonitos tu papito y tu
hermanita están bien, sabes cómo les cuida su papá a Uds.
Ya pronto estaremos de regreso y todo volverá a ser como antes, Luz no había podido dormir esa noche pero no quiso asustar a su hijo, escuchaba la voz de su hijita pidiéndole que la ayudara como cuando hacia una travesura y estaba a punto de traerse abajo algo y la llamaba ¡mamita Ayúdame! con su lenguaje entrecortado de bebé.
Luz escucho por los altoparlantes su nombre le pedían que se acercara a recepción pues tenía una llamada urgente de su pueblo, el corazón se le acelero, un presentimiento le decía que algo malo había sucedido, alo… quien habla, hola
Luz soy el Padre Ernesto…hola Padrecito que es lo que ha pasado…al escuchar lo que el cura le decía con todo el amor y la resignación que se le puede dar a un ser humano, Luz no pudo contener tanto dolor y empezó a llorar a gritar y a
maldecir con toda su rabia, ella sabía que no era verdad lo que le contaban de su esposo lo conocía muy bien para imaginar siquiera que era capaz de semejante acto de maldad, no pudo con tanto dolor y cayo desmayada los doctores la
atendieron de inmediato, Sra. Luz que ha sucedido, la habían sedado y por lo tanto estaba un poco más tranquila, así que le conto al Dr. Gonzalo, quien atendía a su hijo lo que le había informado el Cura, Sra. Luz, cuanta tristeza me da escuchar lo que me cuenta, si lo desea puede viajar a su pueblo yo hablare con Julito, y le diré lo que tenga que decirle para que esté tranquilo y cuando Ud. Regrese y el este un poco mas fuerte le puede contar lo sucedido, yo le daré el
dinero para que viaje ahora mismo…Gracias Dr. Gonzalo, Ud. es un ángel, bueno no lo creo pero gracias de todos modos, cálmese la enviare con una de las enfermeras para que la lleve al aeropuerto, … al aeropuerto pero yo pensé que iba a ir por Bus nada mas, nunca he viajado en avión… Bueno ahora lo hará, es necesario que llegue cuanto antes.
Luz, estaba llegando a Ayacucho de allí tenía que tomar un camión que la lleve hasta el pueblito, un aproximado de cinco horas más de viaje, y los pensamientos eran para sus seres queridos el llanto la envolvía como la noche envuelve al día
para oscurecerlo, su corazón estaba destrozado y solo lo unía el único hilo fuerte que le quedaba el amor a su hijo, luego de eso ya nada importaba.
Fueron cinco horas interminables largas y el cielo de su pueblo que antes era de un azul tan hermoso, hoy se tornaba gris tan gris como el día que llegaron a instalar la Base Militar, y que había transformado aquel pueblo feliz e inocente en cuna de ratas, violadores, corruptos y asesinos que en nombre de la pacificación hacían lo que querían.
Llego a su pequeña casa construida por ella y su esposo el día que decidieron casarse y amarse hasta el fin, no encontró la cama pues la habían quemado junto a su querido esposo, y se habían llevado los pocos animales que tenían, su comadre Josefa Cuya, salió a su encuentro la abrazo y ambas prorrumpieron en un largo llanto, comadrita yo no creo en nada de lo que dicen los militares y algunos hombres del pueblo, he visto al manteca y a otros soldados mas llevarse tus animales, esos opas lo único que saben es aprovecharse del pueblo viven como reyes con el pretexto que esta zona está llena de terroristas y son ellos los que han inventado esta mentira porque son cobardes y no quieren ir a luchar en donde realmente existen estos grupos, se valieron que mataron a dos Militares pero eso no fue ningún acto terrorista fue el pueblo que los asesino con sus mismas armas porque estos sinvergüenzas violaron a carito la hija de quince años de los Choquehuanca, que fue a lavar al rio y la violaron estos malditos.
Vamos comadre dijo Josefa, vamos a mi casa para que tome algo y luego la llevare donde está sepultada su hijita y también donde mi esposo Elmer, ayudado por algunos hombres del pueblo sepultaron los restos de su esposo Julio.
Fue dolorosa la escena que protagonizo Luz al estar frente al sepulcro de su pequeña Rosalinda, el Padre Ernesto les dio el alcance y consoló a Luz hasta que se calmo, pero en un segundo la mirada de Luz cambio y empezó a volcar toda su
rabia contra los militares comandados por el Capitán Jorge, ellos son los culpables Padre, solo esos malditos pudieron haber tramado semejante atrocidad,…casi todos estamos seguros de eso le dijo el Padre Ernesto, por eso esa misma mañana corrí hacía la base para ver sus caras al darle la noticia y me percate del nerviosismo que había en todos, he conversado con el comisario pero ya sabemos que le tiene miedo al Capitán Jorge, además que también le dan lo suyo cuando se reparten el botín de lo que hasta ahora no se puede probar, el rumor que le cobran cupo a los narcos por protección, en pocas palabras estamos a merced de ellos, …Pero en Lima, dijo Luz es distinto podemos ir y acusarlos,… no hija mía, nadie te va a escuchar para ellos estos soldados son héroes que ofrendan su vida
por la pacificación del país.
El sargento Pedro Uscamayta alias “piedra”, estaba con su tropa haciendo su ronda por el pueblo entre ellos “Matemático” quien era el único que al parecer tenia alma, se acerco y le dio el pésame a la Señora Luz, Se que no es fácil dijo el matemático, pero tarde o temprano llegara el consuelo para Ud. señora, Gracias
muchacho… ¡Oye matemático ven inmediatamente! grito el sargento piedra, que
es lo que haces imbécil quieres tapar tu culpa, todos aquí somos una familia y si alguien se tira un pedo todos apestamos, entendiste, idiota nada blanqueara tu sucia conciencia así que guarda tu ternura para cuando tengas tu marido…Matemático se trago la rabia que tenia en ese momento deseaba matar a aquel ignorante que tenia por superior y a quien le debía respeto.
Matemático era un muchacho muy pobre pero inteligente y comprometido con su patria siempre quiso servir al país y al no tener dinero para estudiar en la escuela de oficiales se enrolo como voluntario en el glorioso Ejército Peruano, debido a su gran habilidad con los números se gano el apelativo de “matemático”, era huérfano de padre y su mamá a duras penas sobrevivía así que tenía que enviarle dinero aquel dinero sucio que repartía el Capitán Jorge, aquel dinero que lo hacia cómplice del miedo y horror que les tenia aquel pueblo, no existía el respeto solo el miedo.
Luz sufría mucho y no podía dejar de llorar la muerte de sus seres amados, la fuerza aquella fuerza que la mantenía atada a esta vida se encontraba en Lima, como hacer ahora para darle esta terrible noticia a mi hijito debo ser fuerte para consolar a mi Julio, para que no se me derrumbe…Dios mío dame fuerzas grito
desesperadamente Luz.
Habían pasado tres días desde que luz llego y tenía que regresar por su hijo, el Dr. Gonzalo le había informado que su hijo Julito, mejoraba y estaba casi listo para ser dado de alta, en medio de su gran tristeza llego un hilo de alegría a su alma.
Antes de partir a Lima se acerco a la Basé Militar y pidió hablar con el Capitán Jorge,.. Sra. Luz, lamento mucho el momento que está pasando… Luz con mucho dolor respondió… si lo hubiera sentido hace días se hubiera acercado para
conversar conmigo, tanto Ud. como yo sabemos que nada de lo que se dice acerca de mi esposo es cierto,… ¡Acaso está tratando de decir que todo el pueblo miente! Mortificado el Capitán Jorge se levanto de su escritorio, Pues para que se entere fueron sus amigos del pueblo los que informaron lo sucedido y luego vino el Padre Ernesto para avisarnos, nosotros ni siquiera estábamos por las cercanías de su casa…Yo no he dicho en ningún momento que Uds. Tuvieran algo que ver, no entiendo porque está a la defensiva Capitán, lo único que le puedo decir y que hasta Ud. sabe que es verdad, es que existe un Dios al que nadie puede engañar, gracias por haberme recibido hasta pronto Capitán.
El capitán Jorge llamo a Piedra y le dijo esta mujer nos va a traer problemas mejor
hacemos algo se va a Lima y por ahí que nos friega nuestra gran faena aquí.
El bus que la conduciría al aeropuerto salía a las dos de la tarde, Luz fue a despedirse de sus compadres y sus amistades más queridas, cuiden mi casita comadre, no te preocupes Luz, dijo Josefa, cuando regreses tendrás una nueva
casita esta ya tiene mucho dolor y no es bueno que traigas a Julito aquí, nosotros nos encargamos de todo ve con Dios.
El camión estaba lleno de personas y algunos animales, al salir del pueblo en una zona descampada y solitaria aguardaban seis de los hombres del Capitán Jorge, estaban todos de negro y con pasamontañas que le cubrían el rostro llevaban una bandera roja con la hoz y el martillo para engañar a la gente, deténganse los
apuntaron con sus fusiles, necesitamos animales y dinero para la causa así que traigan aquí todo lo que tienen, por favor dijo el chofer del camión llévense todo lo que quieran pero no nos hagan daño, bueno entonces también queremos mujeres, ¡que bajen todas las mujeres he dicho! Los niños comenzaron a llorar por sus madres y los hombres del Capitán Jorge, comenzaron a disparar al aire para infundir miedo, había una mujer con sus dos hijos a los que no quería soltar, entonces se acerco Armando Farías alias “Víbora”, quien estaba a cargo y les
disparo a los tres sin ninguna misericordia, madre e hijos cayeron al suelo perforados por las balas de aquel fusil que debía utilizarse para defenderlos, todo fue un caos las mujeres empujaban a sus hijos para que no les hagan lo que a aquella madre, pero fue inútil empezaron a disparar y mataron a todos los que viajaban en aquel camión, diez adultos y cinco niños, subieron los cuerpos al camión y los arrojaron a un abismo que daba al Rio, se llevaron los animales y todos los objetos de valor que encontraron dejando también una bandera roja para que creyeran que fueron terroristas.
En Lima el Dr. Gonzalo esperaba a la Sra. Luz, sentía gran admiración por ella, por su fortaleza y dedicación, porque no quiso jamás que le dieran nada gratis a pesar del que el Dr. Gonzalo le dijo que no se preocupara, pero Luz se ofreció a limpiarle su casa en forma de pago, no quiero ser gravosa ni sentarme a que todo me venga gratis le había dicho esta digna mujer, pero lo que más la hacía admirarla era porque aun siendo tan humilde supo ganarse su amistad y
aconsejarlo en momentos difíciles por los que pasaba con su esposa Irene Cayro, y es que llevaban quince años de casados pero Irene no podía tener hijos, y esta situación había creado sin darse cuenta una pequeña herida en aquel feliz matrimonio, pero Luz con sus concejos había curado esa herida y el Dr. Gonzalo, le prometió curar la de su hijo y lo había cumplido.
Estaba esperando a Luz, para darle la grata noticia pero Luz nunca llego, le dijeron que no había abordado el avión, el Dr. Gonzalo estaba muy preocupado y llamo a la parroquia del pueblo el cura Ernesto Vidal, contesto con la voz
entrecortada y le dio la terrible noticia al Dr. Gonzalo, este soltó el teléfono y rompió en llanto, trato de calmarse pues no creía lo que había escuchado ¡Padre! ¿Cómo es eso que está muerta? ¿Qué ocurrió?…Dr. Todo hace parecer que fue un ataque terrorista pero… ¡Pero qué, Padre! ¿Qué pasa?, Dr. Gonzalo, aquí pasan cosas terribles todos creemos que han sido los militares, pero no hay forma de probar nada, Como es posible esto santo Dios, Es posible Dr. Gonzalo, créalo es posible, Todos temen hablar por temor a que les suceda algo, hágame un favor no permita que Julio regrese aquí, ayúdelo prométamelo por la memoria de Luz, Si Padre, se lo prometo…hare lo imposible para que todo este dolor se convierta en olvido y para que sea un hombre de bien…Gracias Dr. Respondió el Padre
Ernesto, Dios sabe por qué hace las cosas y se lo recompensara…Gracias Padre, estaremos en contacto.
En el pueblo, todo era miedo Jorge y sus hombres habían conseguido lo que buscaban hacer dinero y tener al pueblo en silencio.
Pasaron cuatro años Julito tenía diecisiete años, y se estaba preparando para ingresar a la Universidad quería ser medico como el Dr. Gonzalo, a quien quería como un padre y ese sentimiento era reciproco pues Gonzalo adoraba a Julito, Irene por fin sentía que su casa se había convertido en un hogar y era muy feliz.
El capitán Jorge, estaba en Lima con su familia su bella esposa Regina y su pequeña hijita de cuatro años Fernandita Ortega Palma, era su adoración no se podía comprender como un hombre tan cruel podía brindar amor, que sabía ese corazón asesino acerca del amor, son misterios que nunca tendrán explicación.
Otra pesadilla mas, otra noche sin poder dormir el llanto de Rosalinda aquella niñita violada y asesinada por su cuñado el manteca, no lo dejaba dormir pero esta vez había venido a visitarlo con su Madre, Por favor déjenme tranquilo, gritaba el capitán Jorge ¡Despierta amor!, otra vez tienes un mal sueño, Jorge
miraba aterrado a su esposa, ¡qué te pasa Luis! cariño que te han hecho en ese pueblo por qué sufres tanto cuéntame, Pero Jorge la hizo a un lado y se paró de la cama se dirigió al cuarto de su hijita y arrodillado al borde de su camita se puso a llorar, solo un llanto seco de rabia sin ningún remordimiento, un llanto de malestar,
un llanto frio.
Era el cumpleaños de Fernandita, el capitán Jorge invito a toda la familia para celebrarle los cinco añitos de su querida Fernanda, para él solo era un motivo más para reunirse con sus amigos y beber licor, también llego su cuñado el manteca
quien debido al consumo de drogas estaba cada vez mas fuera de la cordura y esta adicción se acentuó aun mas desde que violo y mato a la pequeña Rosalinda, todos se divirtieron y tomaron licor hasta más no poder, Oscar acuéstate ya, le dijo Regina a su hermano el manteca, ella siempre lo hacía descansar en el cuarto de visitas, allí se encerró el manteca tenía en sus bolsillos dos bolsitas de 10 mg con
cocaína, tenía que drogarse para no ver a Rosalinda, para no sentir como la vocecita de esa niña en su cabeza lo asfixiaba, ya era de madrugada cuando la pequeña Fernanda por haber comido tantos dulces sintió un malestar y salió de su habitación con dirección al baño, justo en ese momento el manteca drogado y
alucinando salió de la habitación que le había provisto su hermana y un rictus de espanto se dibujo en su rostro, el no veía a Fernandita su sobrina, si no el rostro de Rosalinda riéndose de él, la sujeto del cuello y empezó a estrangularla,
Fernandita luchaba pero el manteca era más fuerte y apretó el frágil cuello de Fernandita hasta sentir el cuerpo inerte de la niña, al mirarlo quiso reanimarla pues se dio cuenta que era su dulce sobrina, que todo había sido una alucinación, los ruidos despertaron al capitán Jorge y a su esposa, salieron y vieron el macabro
cuadro del manteca cargando a Fernandita con una gran marca de los dedos de manteca en su cuello y con el rostro morado por la asfixia, el capitán Jorge corrió al cuarto saco su arma y disparo al manteca quien cayó al suelo soltando a la niña, Regina no sabía qué hacer gritaba lloraba desesperada, Jorge levanto a su niña y la llevo a la clínica más cercana que encontró donde ahora trabajaba y era socio el Dr. Gonzalo, el mismo que corrió para atender a la niña pero ya nada podía hacer Fernandita estaba muerta, el capitán Jorge lloro desconsoladamente, toda la maldad que había hecho le paso como una película de terror por su
mente, recordó como le suplicaban los hombres y mujeres a los que asesino o mando asesinar, pero lo que vio con más claridad era el rostro de julio pidiéndole que no lo mate por su hijita Rosalinda, al acordarse de eso pensó ¿por qué no
mato aquella noche al manteca?, cuando vio el cuerpecito de Rosalinda sin vida lleno de sangre…empezó a gritar como un loco, ya nada podía hacer.
Su esposa llego en una ambulancia traían el cuerpo del manteca agonizando, Regina corrió para ver a su hijita, el Dr. Gonzalo le dio la noticia, el Capitán Jorge entro a la sala donde trataban de salvarle la vida al manteca y le disparo directo a la cabeza, entro la policía y los miembros de seguridad de la clínica desarmaron al capitán Jorge y lo llevaron a la comisaria, Jorge hablaba incoherencias esa noche no solo murió su hijita Fernandita y mato a su cuñado, también mato su lucidez y su cordura, perdió la razón la locura tomo su mente apropiándose de cada pedazo de su ser, de la maldad y de la poca o casi nada bondad que había en él.
En el pueblo de Paccha, había quedado al mando Armando Farías “víbora”, quien resulto ser más despiadado que el Capitán “Jorge”, “matemático” empezó a negarse a cometer más actos de fechorías por lo que decidieron quitarlo del
camino, planearon una emboscada cuando estaba patrullando con su grupo quienes también se habían coludido para el asesinato, fue el sargento “piedra”, quien tenía que darle el tiro de gracia y lo hizo sin ningún remordimiento, se
acerco al cuerpo herido del matemático quien solo pidió a Dios que lo perdonara por haber corrompido sus ideales y le encomendó a su madre por quien hizo todo lo que hizo, un certero disparo en la cabeza y matemático quedo allí sin vida.
Al día siguiente llegaron más refuerzos desde Lima, pues pensaban que existía una columna terrorista haciéndose más fuerte en dicho pueblo, los nuevos militares al mando del capitán Christian Godoy, comenzaron a realizar investigaciones en los que no salían bien parados “víbora” y su gente, las investigaciones dieron su fruto y se desenvolvió toda la madeja desde el asesinato de Julio Quispe hasta el asesinato de “matemático”, pasando por los cobros a los narcotraficantes a cambio de protección y la matanza de mujeres y niños donde cayó abatida Luz Huamán.
Todos fueron detenidos y todos comenzaron a sindicar como cabecilla al Capitán Luis Ortega “Jorge”, pero el ya no estaba en este mundo su mente deambulaba en el oscuro y alucinante mundo de la locura.
Pasaron once años desde que el Capitán Luis Ortega abandono la lucidez y fue declarado demente quedando internado en un nosocomio de Lima, su esposa no soporto la depresión y exactamente en la fecha que Fernandita cumplía dos años de su terrible asesinato a manos de su propio tío, fue a visitar la tumba de su hija
como siempre llevando globos y juguetes, pero esta vez además llevaba un potente veneno y presa de esta gran depresión se suicido tomando el potente veneno a los pies de la tumba de su amada hija.
Julito Quispe, estaba haciendo sus prácticas pues se había recibido de Médico Psiquiatra, esta demás decir que el Dr. Gonzalo y su esposa estaban muy felices por este logro de Julito a quien lo consideraban como a un hijo.
Julito fue citado varias veces por el caso que se le siguió a los hombres de el Capitán Luis Ortega, en donde se entero de todo lo sucedido a su familia, el dolor y la rabia se apoderaron del joven, pero las palabras y concejos de su apoderado el Dr. Gonzalo, a quien amaba como a un padre lo regresaron a la calma.
En una de sus prácticas llevaron a Julito y a otros médicos al hospital donde se hallaba el capitán Luis Ortega, Julito converso con los Doctores a cargo para que lo dejaran ver al Capitán Ortega, entro acompañado de uno de ellos, Hola dijo
Julito, el Capitán Ortega lo miro y no pronuncio palabra alguna, era un guiñapo de gente, de aquel hombre fuerte y orgulloso no quedaba nada, soy Julito Quispe, hijo de Luz Huamán y Julio Quispe, el Capitán Ortega salto de su sitio y empezó a gritar.
Perdóname por favor diles que me dejen en paz, tus padres y tu hermana vienen a sentarse junto a mí y me escupen gusanos de sus bocas, a veces traen a “manteca” y le llenan la herida de bala con gusanos, no me dejan descansar jamás, por favor llévatelos, Julito al ver ese cuadro se dio cuenta que no valía la pena odiar a esta
persona pues todo el daño que causo también lo alcanzo a él y le cobro con intereses su maldad.
Pero había alguien que aún pensaba en el Capitán Jorge, ese era el Dr. Gonzalo, temía que Julito tratara de vengar a su familia, y la vez sentía un odio muy fuerte hacia el Capitán Jorge, por todo lo que le conto el Padre Ernesto y también por lo que se dio a conocer por las investigaciones policiales, recordó aquel día que el Capitán entro a la clínica trayendo en brazos a Fernandita, recordó que él sabía quién era aquel hombre y que al saber que tenía la oportunidad de vengar a Luz, no hizo nada por salvar a la niña que aun tenía signos de vida, declarándola
muerta y ayudando a que su corazón dejara de latir, y no se explicaba el porqué aun sentía un odio profundo hacia ese hombre, lo pensó mucho y se las ingenio para entrar al hospital para enfermos mentales, paso por el cuarto donde estaba recluido el Capitán Jorge y lanzo una hoja de afeitar, esa misma noche encontraron al Capitán Jorge, muerto desangrado con cortes en las venas y en la yugular.
Julito has visto las noticias se suicido el asesino del pueblo de Paccha, el Capitán Ortega…si lo he visto le respondió Julito al Dr. Gonzalo… Por fin descansaran en paz todas las víctimas de este monstruo, le dijo el Dr. Ocultando una sonrisa que lo hacía parecer al Capitán Ortega.
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