El mago apuntó la varita mágica al público y dijo:
—¡Abracadabra patas de cabra!
Una nube de humo blanco inundó el teatro y los espectadores desaparecieron en el acto. El mago —rascándose la cabeza— miró perplejo los asientos vacíos del silencioso teatro; mientras, los espectadores miraban sorprendidos el solitario escenario.
Texto agregado el 28-10-2013, y leído por 230
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