por cosas del destino hoy no he salido de casa... las paredes de todo el condominio están llenas de barro y las personas no pueden salir a realizar sus días domingos... me he sentado en mi sillón y me he puesto a levitar... es simple... se cierra los ojos y espera a que todo nos deje... el cuerpo deja su importante y coge su divinidad... la mente suele tratar de entender... le pido se calme y no haga mas que estarce quieta... todo empieza con una voz muy fuerte que parece poseerme... y que brota desde mi interior, como si fuera la voz de mis pensamiento, pero esta es otra, mas perfecta y segura de sí misma... "eres poderoso", me dice... no entiendo a qué se refiere... mi cuerpo empieza a elevarse y tengo temor de perder el equilibrio, pues no hay de donde cogerse... es peor que caminar por un cordel, pues mi mente quiere atarse hacia algo, pero no puede... abro los ojos y estoy pegado al techo de mi cuarto... miro la ventana y me acerco por voluntad... toco la ventana, estoy cabeza abajo pero lo entiendo... abro la ventana y salgo flotando por la calle hasta llegar a un viejo árbol lleno de suciedad de palomas... jamás imaginé que las aves fueran tan sucias... me miran y se esconden bajo las ramas... sigo elevándome... nadie se percata de mí... es domingo... todos deben de estar en sus iglesias o durmiendo... por voluntad sigo hacia un edificio que siempre quise estar... llego y toco sus ventanas... la piel se me escaparapela... miro hacia abajo y siento temor... mi cuerpo empieza a bajar mas y mas hasta tocar el piso... no hay nadie cerca... estoy vestido de pijama... casi desnudo... de pronto, un grupo de personas sale de aquel edificio y cruzan a través de mí... un niño me observa... "¿qué hacia en el cielo?", pregunta... le veo irse sin dejar de mirarme de la mano de su madre... miro en donde estoy y regreso caminando hacia mi casa... llego, entró y cuando trato de sentarme a levitar, siento que debo dejarlo para otro día...