me hallo sumergido en un libro... no recuerdo haberlo comenzado ni terminado... este me observa como esas madres a su hijo que aún no sabe lo que quiere... mientras tanto he arrimado dicho libro, como quien pide permiso y me he puesto a escribir un poco... tengo una colección importante de libros... hay muchos que aún ni leo... lo extraño es que suele ir con uno o dos libros en la mano, esperando abrirlos y leerlos... pero sucede algo... me llaman por teléfono, llega un amigo, enciento la TV, pienso y pienso sobre mis temores del devenir... y no los abro... extrañamente, cuando llega la noche, tengo como cinco libros sobre mi velador... me acuesto para leerlos, pero, nada... cierro los ojos y duermo... ¿el libro?... allí están, uno sobre otro, seguramente pensarán que estoy medio zafado... hasta en el baño tengo libros, en el auto, en la sala, sobre el piano, la TV, etc... y cuando voy a una reunión, siempre llevo uno al menos, el mas grueso y pesado, pero es inútil...
pienso que esto de escribir me ha liberado de ellos... que día y noche leía como un poseso... casi olvidaba laborar en vez de leer... no dormía... en fin, pienso que el escribir me ha liberado momentáneamente de sus fauces... quizá terminara como El Quijote... ya me veo con mi capa y ese sobrero de mi abuelo, y ese bastón en la plaza de armas, discutiendo sobre le libertad de la existencia, sobre la paz en un mundo incierto, sobre la eternidad de la perfección, y sobre todo, sobre el amor infinito del acto mismo de amar...
por suerte escribo sin dejar de hacerlo un solo día... y siento mientras lo hago, miles de ojos que perforan aquellas gruesas tapas, o esas hojas cubiertas de fino talco... en fin... siento que estoy en un mundo lleno de libros... extrañamente he olvidado sus nombres... tan solo los veo y sin leer sus títulos ni autor, siento que todos tienen un solo creador... estoy sentado y a mis espaldas siento la presencia del genio de una lámpara, dispuesto a aplastarme si no dejo de satisfacerle con mis escritos...
espero que mis sueños no sean los suyos... estos están llenos de colores intensos... y una luz brilla al final de aquel túnel oscuro de la inconciencia... |