Se conocieron por allá por los tiempos en que los hombres – me refiero como ustedes adivinarán a todos los géneros habidos, que por costumbre adquirida he agrupado bajo un solo término – comenzaban el largo camino que hasta hoy día transitan, el de exponer sus ideas. - ideas que en el significado de la propia palabra seguramente no tenían ni siquiera por ejercicio de reconocimiento gutural, o lenguaje de señas – Ideas en las que nuestros actores tuvieron sus primeras experiencias. – me refiero por cierto a la piedra el papel y tijera que como actores harían de herramientas.
La primera en ser utilizada fue la piedra, como herramienta sirvió en sus inicios como mazo y luego como machete, siendo su fin moler o seccionar el objeto al cual se aplicaba su función, fue sin dudas la piedra el origen de las herramientas. - Esta última afirmación esta echa en base al juego que relativiza este relato y por cierto es antojadiza si se quiere – Papel apareció poco después de estos acontecimientos. En sus orígenes papel como tela que envolvía la molienda, o simplemente como secado de la piedra, en ambos caso envolviendo el objeto a servir. – En esta parte del relato he de justificar con anticipación lo que describiré como inicios de tijera con el simple argumento de que no se me ocurre otra cosa – Tijera apareció en algún momento mientras papel servía a roca, de echo según fuentes muy informadas sobre las cuales no puedo revelar más información me contaron que tijera proviene de el roce entre piedra y papel, donde desgarrada una (papel) afirma el triunfo sobre la otra y la otra que al desgarrar asume culpa y no algarabía. – Vosotros comprobareis con vuestras propias manos al ser niños que esta cuestión no amerita análisis alguno – Fue así como tijera en su juicio de herramienta nacida de una bipolaridad de sentimientos juzgo sin juicio pertinente y a juicio de muchos y no tanto de otros – Es preciso en este punto descartar cualquier hipótesis para el análisis de cualquier cuestión relacionada con el juicio de tijera ya que en sí mismo todo lo que he planteado como justificación de la propia exposición que muestro no tiene sentido alguno si no se interpreta como un juego – Corto a papel queriendo ajusticiar la mal habida culpa que sentía piedra, pero no contaba con que piedra jamás daría encuentro a su arriesgada maniobra autoproclamada justiciera, y muy por el contrario terminaría siendo la sentencia de su labor.
Pasado el tiempo y los hombres aleccionados ya en cuestión de aprendizaje práctico, nuestros antes novatos actores mostraban en su perfil la llanura que deja el labrar de azadones labriegos, o si se quiere laburantes. Piedra con el pasar de los años mostro a nuestros gentiles y a veces no tan gentiles coterráneos históricos, las virtudes de su composición, siempre colaborando en funciones de molienda, achaques, y todo lo que a bélico atienda. Papel por su lado dio registro de la experiencia vivida junto a piedra y tijera procurando ser fiel reflejo de la experiencia asimilada. Tijera por su parte sigue cortando papeles y telas, y ante la piedra o roca sucumbe, porque así lo dice el juego, y un juego es para jugarlo dicen…