UN GATO EN LA NASA.
En casa hay un atigrado minino
de alcurnia y pedigrí mas bien dudosos,
es un felino bastante mañoso
y para completar es muy dañino.
Cazaba ratones con gran destreza,
era juguetón,trvieso y muy mimado,
dormía siempre en su cojín echado,
era pulcro de pies a la cabeza.
Para una misión a orbitar la luna
a la USA se lo llevó la NASA,
seis meses largos fuera de la casa,
se volvió famoso sin duda alguna.
A su regreso ni me saludaba,
en perfecto inglés era su maullido,
era muy soberbio y tan engreído,
que a mi,su dueño,apenas si me hablaba.
Ya no devoraba los roedores,
comía Rosbif y Filet Mignón,
postre de natas,torta o merengón,
la alimentación fue de las mejores.
La NASA decidió tomar medidas,
y proteger al espacial felino,
firmé pues un contrato leonino
asegurando así sus nueve vidas.
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