El Reino del Séver extendía sus dominios sobre un tranquilo valle lleno de flores y pájaros que daban
pinceladas de color y suave bullicio durante todo el año. No existían inviernos demasiado fríos, ni veranos calientes para desafiar la belleza del lugar.

Había un maravilloso palacio construido en el contrafuerte de la montaña norte. Era magnífico, con muchos patios y muros almenados destinados al entrenamiento de las huestes reales, las torres estaban llenas de banderines multicolores que, en esta ocasión, daban voz a los numerosos visitantes que vinieran a celebrar la mayoría de edad de la más bella mujer del Reino, la hija del Rey Blascar, codiciada para esposa por los Príncipes de los reinos vecinos, por su donosura y calidez. Ella era la Princess Alborada, nunca mejor bautizada dado que su presencia remedaba los primeros albores del día y su belleza embriagaba los sentidos.


Era una preciosa pelirroja con exactamente veintidós pecas en cada lado de la nariz, dándole la imagen de una mariposa permanente posada en su nariz y ponía en su rostro un encanto acogedor que obsesionaba a todos los caballeros de los dominios vecinos, quienes deseaban cortejar a la agraciada muchacha para heredar el reino, que según decía la gente, era el más rico de la región.

La Princess Alborada era una niña muy inteligente que tenía una vieja niñera muy sabia que le había
enseñado muchas cosas importantes acerca de la manera de gobernar una región tan rica. Ella, la Princesa, sabía del duro trabajo necesario para crear y mantener un reino exitoso y también sabía que debía tener mucho cuidado en la elección de su compañero.

Mi niña, decía la niñera, tú eres una persona muy importante y tu reino es codiciado por muchos Príncipes y Caballeros pero saber quien de ellos es el verdadero merecedor de tu mano y de transformarse en el soberano del reino es una tarea muy difícil, por ello te voy a referir una leyenda muy extendida entre los campesinos del
reino

La anciana se acercó y le dijo en voz baja: Mira, hace mucho tiempo, un hechicero se sintió ofendido por tu tatara-tatara -tatara-tatara - abuelo que reinaba en ese momento y sabiendo que el encantador Príncipe que había llegado en ese momento para desposar a la Princesa era un hombre probo lo hechizó transmutándolo en un
sapo horriblemente feo. Lo condenó a vivir en el estanque del Olvido en el bosque detrás de Palacio con la condición de que el tiempo se detuviera para él hasta que una descendiente del Rey destruya el maleficio con un beso de amor.

Los ancianos dicen que este Príncipe era el hombre más guapo e inteligente en el valle, tal vez vale la pena ir a ver cuanto de verdad hay en todo esto.

La princesa, que conocía el valor de los consejos de la niñera, aceptó ir y profundizar en el misterio .

Por la tarde, cuando todo el mundo estaba disfrutando de un buen momento después de una comida abundante y de beber la mejor oferta de la bodega del rey, la princesa dejó subrepticiamente la sala principal y se dirigió sola a la selva en busca del estanque del Olvido .

Pudo encontrarlo fácilmente y sentándose sobre una roca en la ribera de la laguna, comenzó a cantar la canción mágica que la niñera le había enseñado. Luego de algunos segundos, un público variado de aves, peces y otros animales encantados por la belleza de la canción y la cantante se reunieron en el lugar.

Luego, desde la profundidad de las aguasl apareció la forma espantosa de un sapo que fue a sentarse en un gran helecho y se quedó escuchando en silencio la voz suave de la Princesa .

Cuando la canción terminó, la Princesa escuchó una voz dentro de su mente le decía que él era el Príncipe Sparkling quien fuera hechizado injustamente y enviado a vivir una vida triste y solitaria hasta que una bella Princesa lo dejara libre con un beso de amor.

La Princesa se sentía un poco reacia a besar esa horrible criatura y el Príncipe, tratando de desviar su atención a otras cosas, empezó a explicarle lo que significaba tomar las riendas de su reino, luchando contra las facciones opuestas, dictando leyes, juzgando entre sujetos agresivos, y todos los problemas se podrían resolver todos los días durante todo el tiempo que mantuvieran la corona, tratando al mismo tiempo de mostrarle la conveniencia de ser ayudada por un compañero compasivo, amante y capaz.

La Princesa escuchó todo esto y después de pensar un rato, dijo :

Sí, tiene usted razón , todas estas cosas son una carga pesada para ser llevada por una sola persona, creo que tengo la solución perfecta.

Tomando suavemente al sapo en la mano, y con el deseo de la solución que tenía en mente grabada de una manera profunda y deliberada, besó al sapo con amor ...


En ese momento hubo un discreto destello procedente de las aguas profundas y la Princesa se transformó en un sapo hembra que saltó alegremente cerca del Príncipe, y ambos brincaron dentro del estanque para ser felices por siempre jamás.