RETO NO. 8 (CUENTO EN DOBLE SENTIDO)
FUGA por rodrigo

Hacía frío. Busqué un rincón con mucho papel periódico y, luego de un par de vueltas, logré conciliar el sueño.
Había sido un día movido. Temprano, cuando el sol apenas madrugaba, me fui de la comandancia en la que trabajo. Me deslicé por la escalera, silente y sin uniforme, para perderme en la gran ciudad, cuajada de gente y aventuras.
Solamente ese día ya había participado en dos orgías y tres peleas callejeras.
-¡Si mi jefe estuviera aquí...! Me dije.
A las 7 de la mañana, a dos cuadras de mi trabajo, la encontré en la esquina. Toda mover caderas y collares; tintinear cadenas y placas. Ofrecerse al mejor postor. La peleé. Fui el primero del día, aunque posteriormente la disfrutáramos tres o cuatro, uno detrás del otro. Orgía tras orgía recorrí las calles.
- ¡Siempre metido en el cuartel; de vez en cuando una canita al aire!- ¡Si me agarran me lapidan!- me dije entre recorrido y recorrido.
A la siguiente esquina, primera pelea. -¡Por la misma hembra!. Golpes, fuerza bruta y...por fin el éxito. Sexo, una y otra vez, hasta que me pusieron agua caliente.. Si supieran que soy policía.
Varios detrás de ella. Peleo con furia. Triunfo de nuevo. Por algo, años de trabajo y entrenamiento en la mejor escuela de la ciudad para policías de vocación.
Me despierto con resaca de sexo y peleas. Rasguños por doquier. Tengo que regresar a mi cuartel. Recorro cuatro cuadras esquivando gente. –Para que no me reconozcan, me digo.-
Es temprano. No han abierto las puertas normales, por las que suelo entrar. Está abierta la puerta posterior. La de emergencia. Me quedo sentado. Disimulando.

-Hola Brandon- Me dice el comandante. - Entra, tenemos que hablar.
Obedezco. Llego al salón posterior. Plato servido. Desayuno.
-¡Otra vez te perdiste, perro de mierda!- ¡Para eso te damos de comer, malagradecido!.
-Bajo las orejas, escondo el rabo y bebo ansiosamente el medio litro de leche matutino.
Siempre se me olvida que soy el mejor Perro Policía de la ciudad...GUAU.