UN VIAJE A TRAVÉS DE LOS SUEÑOS Y LOS MIEDOS.

Aquella noche era como las demás noches de los fines de semana, especial.

Un viaje a otro país, a la noche de otro país, Portugal.

Salimos y cruzamos la frontera desde la Antilla, como 2 furtivos en busca de amor, ese

amor que no encontraba en España, un amor puro, auténtico, como la de aquella chica

que me llamo por primera vez para declararme su amor.

Pero ella no era mi amor, me sentí mal tras su declaración.

Después de esa declaración vino otra y otra y otra………

Me sentía el chico más feliz del mundo.

De pronto una sensación de soledad y umbría lleno mi alma.

Era la soledad de la noche, del miedo, de la incomprensión.

Y sentí miedo al ser su dueño, intente escapar y seguir buscando el amor puro, el

amor auténtico.

En una búsqueda hacía lo más puro, hacía un amor animal.

Volvimos a España, era de madrugada, al cruzar la frontera, empecé a recordar.

Todas las chicas que buscaba, no existían o no estaban pensadas para mi.

Me fui a dormir y en mi sueño apareció la mujer que buscaba.

En mi interior sé que existía, que era real, pero también sabía que estaba lejos de mi, y a

la vez muy cerca.

En el sueño aparecía un mapa con un tesoro y una cruz en una pequeña isla del pacífico.

Ella bailaba como nunca había visto bailar a una mujer, completamente desnuda,

completamente libre.

Sus pies eran mojados por las olas.

El sueño poco a poco se iba apagando pero antes de apagarse, escuche:

¡mi nombre es Ada! mientras su imagen desaparecía y yo empezaba a despertar.



Todo quedo en eso, hasta que una semana más tarde el noticiero informaba de un gran incendio en Tuvalu que había destrozado toda la isla, la mujer que aparecía en mis sueños, aparecía ahora rota por el dolor, caminaba ausente por la playa en busca de algo o alguien.
Su cuerpo y cara lleno de humo.
La lluvia caía intensamente, cómo sí la nube desde la que caía, tuviera urgencia en descargar toda su agua, para continuar más deprisa, su camino.
Había sido un invierno largo y seco, el pueblo empezaba a prepararse para recibir los primeros turistas que vinieran en primavera, y de repente este incendio había destrozado en un momento, la vida de miles de habitantes de esta ciudad.
¡No hay derecho!
Ada, llora desconsolada, se abraza a sus familiares, la inmensa lluvia caída va poniendo fin a los últimos recodos de un incendio terrible.
La gente se reúnen en torno a la plaza y empiezan hacer recuento de todas las pérdidas provocadas por el incendio.
CONTINUARÁ……………………………………… O.NO.