POEMA B.
(Las voces en silencio).
Tus manos en tu mejilla,
tus ojos cerrados,
tu cuerpo cansado,
se veía desnudo,
pero no lo estaba,
tu figura en la cama de piedra,
por donde la gente pasa,
sin sentir o ver tu presencia,
se pierden en su ignorancia,
me detengo, y miro,
el peluche en tus piernas,
el muñeco, con que juegas,
para mitigar tus penas,
los ojos se me nublan con lágrimas,
de verte, de verte,
desnuda pero no lo estabas,
y seguí mi paso,
pensando, en ti,
pensando en tu desnudes,
pero no lo estabas.
Rey Cimba. ©
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