Yo te quiero tanto que no sé expresarlo, y me agota la espera
de esta agonía, y este dolor, pero igual voy a recordarte,
entre las sombras, y te amare más que a mi vida.
Sé que mañana nada quedara, si al menos me dieras un beso de despedida,
si no es posible ese rose sutil. Será mi memoria nula y moriré sin ti.
Se que te alejaste hace tanto tiempo, que las primaveras
están solo en mi corazón. Solo soy eso que dejo el perfume,
una noche de verano junto al rio de aquella montaña.
No quiero seguir recordando, me iré con el viento destructor
sin preguntas y sin escuchar una sola queja de ti.
En mi jardín quedara la ilusión marchita, sin resabios de este azul,
que se funde con el cielo, de éste gris que se asemeja a las nubes descoloridas
de aquel pasado claro, bello y puro. Ahora sin luz en las borrascas
del maldito olvido, en la borrachera más oscura de la soledad…

MARÍA DEL ROSARIO