SANTIAGO EL MAYOR.
(Sucedió en Juxtlahuaca).
Don José, era un señor alto, blanco, de bigote y pelo entrecano, siempre con sombrero de copa, con camisa y pantalón de gabardina impecables, un bastón francés traído desde parís, por muchos años sentado en su escritorio, leyendo y firmando los documentos del registro civil, por muchas generaciones viendo a todos los Juxtlahuaqueños nacer, era el mismo que dijo a un muchacho del barrio de los Barriga Chimeca, tu vas a ser Tito, apréndete el papel y te espero en la casona frente a la casa, para ensayar, para ser exactos a las siete de la noche, era mediados del mes de junio, así la cita era en la casa amplia de don Ireneo Guzmán, ahí estaba ya don Chucho Sánchez de pie y organillo en sus manos, sentado don José con el libreto completo, en sus piernas, comenzaba don Jesús entonando la trencecilla de los Chareos, así con gran entusiasmo se comenzaba la gran fiesta de Juxtlahuaca, en honor de su santo patrono, llegado el día 23 de julio dos comisiones de diputados una a la entrada norte y otra al sur, para recibir a las bandas de música de Tepejillo y de Santa Rosa, respectivamente, los cohetones al aire y los cantaros de mezcal al frente, anunciaban la llegada de las músicas para amenizar la fiesta del pueblo en los 4 días con sus noches de alegría, las bandas comenzaban su participación desde ese mismo momento que entraban al pueblo, por la avenida nacional, así en la comunidad, donde ya se comenzaba a juntar la gente del pueblo, se reunían las dos y comenzaba el duelo de tandas de chilenas, para el día 24 a las cuatro de la tarde, formaban los Chareos y los Chilolos, con los señores diputados, cargando sus Guajolotes en los hombros o en Pollinos, adornados con papel de china, iniciando el paseo de los Guajolotes, al final de la gente iban los dos toros jalados por los vaqueros, así iniciaba el paseo por las calles de Avenida Nacional, hasta la casa de don Porfirio Pérez para subir hasta don Macario gil y dar vuelta a la calle de don Evelio Manzano y seguir hasta la casa de don José Mejía y dar vuelta hacia la comunidad, el paseo de los Guajolotes marcaba el inicio de la gran fiesta, llegando a la calle frente a la comunidad, en ambos lados los señores diputados cuchillo en mano, sacrificaban a los Guajolotes, pelaban y cosían para la comida de los cuatro días de fiesta, por la noche, mientras las mujeres preparaban el pozole, el champurrado y las tortillas para servir en la mañana del día 25, día del santo patrono, en el patio principal de la comunidad, se llevaba a cabo el famoso desafío, que no es otra cosa que la primera parte de la danza de los Chareos, los moros comandados por Pilatos, los cristianos por Santiago Apóstol, en el desafío actúan cuatro personajes principales en la danza, por los moros, el Sultán Valeroso y el Moro Capitán, por los Cristianos Tito y Vespasiano, este ultimo personaje y el Sultán, se encuentran en el campo previo a la batalla y se desafían uno al otro, proclamando su valor y evocando a su dios cada uno, es un vocabulario de gran valor y con rima, de palabras muy bien ensamblas del español, también quiero decir, que estos diálogos, jamás fueron traducidos a algún dialecto de la región, todos los diálogos son dichos en perfecto español, logrando los evangelizadores dos objetivos con esto en la población oriunda de la región, evangelizar y que las personas aprendieran el español, por la mañana del 25, en la comunidad se servía el rico champurrado junto con los labrados, para todos las personas que pasaran a los comedores, y las danzas seguían presentando sus cuadros en el atrio del templo o en la calle frente al jardín de niños y si la lluvia no les permitía hacerlo, estos los llevaban a cabo dentro de la comunidad, pero todo se paraba al medio día, porque a esa hora todas las personas tenían que acudir a el llamado de las campanas, para escuchar la misa solemne que por lo regular oficiaban tres o cuatro ministros más, junto al párroco de Juxtlahuaca, después de la misa, continuaba la fiesta pero en esta parecían los diablos, los jóvenes disfrazados de diablos, y así en la comunidad se reunían todos los jóvenes radicados en el pueblo y en otros lugares del país, bailando tandas de chilenas que las bandas tocaban hasta la media noche, y las mujeres diputados preparaban la comida del día siguiente, así muy temprano del día 26 otra vez a servir el desayuno a toda la gente que llegara, entrando por la puerta principal de la comunidad, aun costado estaba el altar de señor Santiago el Mayor, donde se colocaban dos charolas para que los devotos depositaran sus limosnas o cooperación, se encomendaban al patrono y pasaban a desayunar o a comer, esto era voluntario, dando el reloj del templo las diez de la mañana, el párroco se preparaba y las imágenes formaban en el interior del templo, encabezaba Santiago el Mayor a caballo, seguía Santiago el Mayor a pie, y la virgen de la Soledad cerraba la columna, así la gente a los costados, se conducía con el fervor y respeto a sus santos patrones, las danzan adelantadas y las bandas de música tocando, el párroco con su casulla y el incenciario humeando de su aroma tomando la calle del jardín principal, para después tomar la calle hasta doña Aurora quien era la encargada de la primera hernita donde el sacerdote decía su primer sermón, seguían las danzas y los canticos de la gente tomando la calle de don Macario Gil hasta la próxima hernita, hasta la hernita frente a la casa de don Eloy el matancero, girando de frente hasta la próxima hernita que era la de don Vicente Feria, girando nuevamente con dirección al templo entrando por su puerta principal, terminado la ceremonia de la procesión, el día 27 en la comunidad se servía el rico platillo conocido como “especie”, rico mangar preparado por las expertas cocineras de Juxtlahuaca, así mismo transcurría un día mas de fiesta entre amigos, danzas y comidas, los amigos, los vecinos, los hombres y mujeres conviviendo con tal armonía y alegría que todo, todo Juxtlahuaca era otro, en estos días, pero tenía que llegar el final, y el día 28 la entrega de la mayordomía, la procesión por la tarde donde el mayordomo saliente junto con sus diputados, salían por la calle de frente al jardín de niños Lázaro Cárdenas y se dirigían con el estandarte del señor Santiago el Mayor, a la casa del nuevo mayordomo que había sido elegido dentro de los diputados el día anterior, llegando a la casa de este, recibiéndoles el mismo nuevo mayordomo y su familia, ahí se hacia la entrega en público y ante el pueblo, con el nuevo compromiso del próximo 25 de julio, fiesta del patrono de Santiago Juxtlahuaca, ahí es donde los Chareos bailaban el ultimo Bailete, y se despedían al grito de Viva Sr. Santiago, Viva el nuevo mayordomo, Viva Juxtlahuaca !!! Y todo el pueblo contestaba Viva !!! Don José Feria había cumplido un año más, su tradición.
Rey Cimba. ©
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