Te suplico que te vayas, vida mía
si te quedas mi cariño va a aumentar
y resignarme a perderte no podría.
Sabes bien que nuestro amor no puede ser
que inevitablemente nos debemos separar
aunque felicidad no volvamos a tener.

Vete, no quiero en tus ojos mirarme
porque sé que si lo hago no podré
ya nunca de tu lado separarme.
Amor mío, vete ya, pero de prisa
si te quedas sé bien que no lograré
evitar que me doblegue tu sonrisa.

No te quedes más aquí, mi dulce amor,
compréndelo sufrimos más al mirarnos,
vete ya, no aumentemos el dolor.
Márchate, pero sin decirme adios
sin quitarme la esperanza de encontrarnos
como siempre mañana y ser felices los dos.

Y así estaré creyendo, vida mía
que en verdad no te he perdido y vendrás
a cubrir mi existencia de alegría.
Y cuando pase el día sin mirarte,
con tristeza, me preguntaré en dónde estás,
qué te impidió a nuestra cita presentarte?

Y así día tras día me diré,
mañana estoy segura aquí estará
y la dicha nuevamente sentiré.
Siempre será igual, hasta que un día
mi corazón, tan débil ya no despertará
salvado al fin de la pena que sufría.

Romie