Ahora que soy ave
y vuelo por los infinitos campos de tu cuerpo
entre montañas equiparantes
de vientos impredecibles que pululan a lo lejos
por los bosques de tus cabellos de horizontes
Soy ave que vigila sobre el bosque
el paso peregrino de mis huellas
entre cantos estentóreos terrenales
serán silbidos de las hojas caidas
o de ecos de mañanas amarillas
Ahora que soy libre
y que dirijo tu mirada a la estrella tú
que como noche picada de firmamentos
los vientos se aquietan silenciosos
aletargándose las esperanzas de tu vivir...
Más libre es mi pensamiento furtivo
que a cada paso flagela la ignorancia
entre gritos de montañas inmutables
Hoy las huellas siguen tu mirada
Hoy las aves aletean siempre libres
Texto agregado el 10-10-2013, y leído por 201
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