Su vida había transcurrido normalmente, se desarrolló y creció como toda una persona común y corriente, los días eran normales y realizaba las actividades como siempre lo había hecho, él sabía de la condición que padecía y le afectaba, pero como nunca le afecto su salud no le daba importancia a esta “enfermedad”; pasaba desapercibida para él y todos sus parientes, una día que iba caminando para su hogar estaba esperando el autobús, era una mañana muy resplandeciente y unos vientos del norte la refrescaban, el sol ya casi estaba en su cenit, notó que varias personas lo observaban de una manera extraña y entre ellos murmuraban, al mismo tiempo lo señalaban como un ser extraño, una de las personas se acercó dónde estaba él y le pregunto:
-¿Se siente bien, parece un poco pálido, no necesita un medico?-
-¡Perdón!, disculpe, no sé a qué se refiere, me siento muy bien-le respondió.
-Disculpe la intromisión y me atrevimiento pero hemos notado que a usted le falta algo que todos nosotros tenemos, ¿se ha dado cuenta, verdad?-le increpo la persona.
-No, no sé a qué se refiere, soy una persona común y corriente como todos ustedes-le dijo él en una forma enojada.
-¿Esta seguro?-le volvió a insistir la persona.
-Completamente-respondió él.
La persona que se la había acercado se alejó de él y retornó a donde estaban las otras personas, en ese instante cuando se acercó el autobús, él se preparó para abordarlo y notó como las otras personas mejor se alejaron de él, parecía como se esperarían el siguiente para no acompañarlo, cuando estaba en el autobús se sentó junto a una de las ventanas que dan a la acera y vio como la persona que se le había acercado le hizo una señal, él lo observo y vio como esta persona señalaba a su sombra y a la vez le hacía una señal de que él no tenía sombra, hizo como si no lo había visto y siguió su camino hacia su hogar. Sintió un poco de miedo y preocupación parecía que ahora ya las personas se habían dado cuenta de su padecimiento, ahora sería señalado y observado como una persona extraña, su vida le cambiaría por completo, ya nadie le hablaría y tendría amigos.
Varios rumores se oyeron por el lugar donde habitaba, las personas que pasaban frente a su hogar miraban detenidamente hacia adentro para poder ver a la persona con el extraño padecimiento, en muchas ocasiones al notar el interés de las personas por saber que era lo que tenía, rápidamente sus parientes o él se levantaban a cerrar la puerta, el padre notó el sufrimiento que tenía y le dijo:
-Porque no buscas ayuda con un médico o un especialista-
-Crees que eso me ayudaría a ser una persona como todas las otras-le respondió.
-No pierdes nada con intentarlo-le recalco.
Se dio a la tarea de buscar un especialista o un médico que lo ayudara con su padecimiento, encontró un naturista, éste le recetó varias plantas e infusiones para que le ayudaran a proyectar esa imagen que toda persona común y corriente tiene, pero los resultados fueron en vano, después viajo hacia la capital ahí encontró un médico especialista en la piel, éste lo atendió y cuando lo estaba examinando le dijo:
-Pues no veo que tengas nada malo-¿Por qué la visita?-
-No se ha dado cuenta ¿verdad?-le dijo él.
-Darme cuenta ¿de qué?-le pregunto el médico.
El medico estaba parado junto a una lámpara y a la par de este su sombra se reflejaba muy nítidamente, él se paró junto a éste y a la par de la lámpara e inmediatamente el medico notó que él no reflejaba ninguna sombra, no tenía la forma oscura que seguía a todas las personas comunes y corrientes, se asombró un poco y le dijo:
-No puede ser, no proyectas tu propia sombra-
-Ahora ya ve porque estoy acá-le dijo.
El médico le dijo que haría varios análisis en su piel, que tomaría un par de muestras para analizarlas y que después de todo eso le tendría una respuesta definitiva a su padecimiento, el salió de la clínica para regresar después, una sensación de alivio y confianza sintió en su cuerpo, el médico le había dado muchas esperanzas para resolver su enfermedad. Al cabo de un par de semanas iba para la clínica donde le habían tomado las muestras, en el autobús que lo transportaba se sentó junto a una persona en el asiento derecho del autobús, notó como varias persona se alejaba de ellos, otras con mucho cuidado pasaban delante de ellos y hacían un movimiento para no acercarse lo más posible a ellos, en su mente pensó: “no puede ser, ya se dieron cuenta de mi enfermedad y no quieren acercarse a mi”; miró a su lado y notó a la persona que estaba su lado ni se inmutaba y le era indiferente lo que hacían las otras personas, le daba igual, la persona que estaba junto a él le dijo: “gracias por acompañarme, muchas personas se sorprenden o admiran por el color de mi piel, pero ignórelas”.
Llego a la clínica y el médico lo atendió, al verlo le dijo:
-Tengo el resultado de los análisis, y hay buenas noticias-
Él se alegró mucho y sintió una alivio en todo su cuerpo, estaba muy ansioso, el medico empezó a decirle sobre los resultados, en estos habían descubierto lo que él tenía en la piel, pero principalmente en la epidermis las células generaban muy poca pigmentación, esto hacia que cualquier tipo de luz en vez rebotar en su cuerpo, la luz traspasaba su piel y su cuerpo, los resultados eran que no generaba en su caso la sombra que todas las personas tienen. El médico le dio el resultado y le dijo:
-Te recetare unas pomadas para que te las pongas cada doce horas, una píldoras que te ayudaran a la piel, lamentablemente estás las tendrás que tomar de por vida-
Él se asombró diciéndole:
-¡De por vida!, será un costo adicional-
-Eso ya lo sé, pero con todo esto que te he recetado volverás a ser una persona normal, una persona común y corriente como todas-le dijo el médico.
Pasado varios meses y con la ayuda de las pomadas y píldoras que el médico le había recetado, poco a poco notó el cambio en su piel, cada vez que salía en el día con el correr del tiempo fue observando como una forma abstracta y oscura se proyecta a veces delante de él, a veces a su lado, otras vez atrás de él, al final se había vuelto una persona común y corriente como las otras, ya no era visto como un ser extraño, el padecimiento que tenía había desaparecido, ahora tenía una sombra fiel que lo acompañaba a todos lados.
Un día de esos estaba esperando al autobús para su hogar y observo a varias personas, entre estas una muy especial, era la que anteriormente le preguntó sobre su padecimiento y le había hecho la señal de que no tenía sombra, se puso delante de ella y él le hizo una señal mostrando con su dedo índice su sombra, la persona lo observo también y se admiró un poco, en ese instante llegó el autobús, él dejo que todas las personas lo abordaran como una forma de venganza por lo que le habían hecho anteriormente, el bus se alejó y únicamente había quedado él y un señor ya muy anciano, se ayudaba con un bastón, unos rayos de sol caían sobre ellos y en ese instante notó que al anciano no se le proyecta su sombra, en su mente pensó: “no puede ser, el anciano tiene mi enfermedad”, se acercó dónde estaba sentado el anciano y le dijo:
-Disculpe mi atrevimiento pero he notado que usted tiene un padecimiento-
-De veras, ¿a cuál se refiere?-le pregunto el anciano.
-Yo también tengo ese padecimiento, pero busque ayuda con un médico y me receto unas pomadas y píldoras, me han ayudado mucho-le dijo.
-Pues que bien por usted-le respondió el anciano.
-No le parece si le doy la dirección de la clínica y el nombre del médico que me atendió-le dijo él muy entusiasmado.
El anciano oyó lo que le había dicho, tomó su bastón, se levantó del asiento y le contesto:
-Ya a mi edad no creo que sea necesario, además nadie me ha dicho nada por no tener sombra, es más nunca la he visto y he necesitado, un ciego como yo no puede ver las sombras-.