DEL HALLARME… ESE DIA.

Puedo predecir.
Intuir …
las alucinaciones que nacen de tu almohada,
ahora vacía.
Antes de esto
sobrevolé
cada una de las suavidades de tu estampa
y transité
tus aristas iluminadas de alegría
cuando me hundí el gusto salino
de tus llamas.
Y en este ahora
la esperanza es tan cierta
como el llanto de los volcanes adormecidos.
Como las vidas de los mares que no veo.
y sin embargo
en el hueco de tu almohada,
alucinada y vacía,
encontré
lo perdido y recobrado,
los resabios,
de ese instante
donde me encontré
hallada y extrañada
entre tus labios.

María del Rosario Alarcón
(Derechos reservados)