Y como si se tratase de su primer encuentro,
El, la tomo entre sus brazos cual prisionera,
Justo como si fuera la única Mujer y la primera.

Y mientras yacían así: desnudos y delirantes
Frágiles, cuerpos febriles translucidos y equidistantes…

AQUEL RITUAL YA LO DECÍA TODO:


Sus pequeñas manos se posaban curiosas sobre su tórax desnudo...
Y con cada suspiro, áspero y desesperado,
Una cicatriz perenne se le erguía inquieta por todo el costado.

(El, se encontraba turbado,
Pero aún con los ojos nublados la acompaño…)

Y mientras bordeaba viejos relieves con sus delicados dedos;
Ella, acurrucó sus labios sobre el lado izquierdo de su pecho inerme.

Entonces… Y a pesar del grosor de la vieja herida,
-ésta- Sucumbió menguando repetidas veces
Con la suave caricia de sus lamidas.


Hasta que de pronto, e invadida por el calor de sus fuertes y firmes brazos se desquició…

Lo miro con esmero, le tomo por la espalda,
Y lo mantuvo inmerso en un inmenso abrazo;

De repente…
Excitada y sin que él sospechara,
Le encajo las uñas, con locura y saña…

“¡Nuevas por viejas!”, - le dijo. -
Mientras se fueron perdiendo entre las blancas sabanas.



By. sKM.