Lo que voy a contar ocurrió un lunes por la mañana en la Comisaria 2 de la Ciudad de Lanús.
-Buenos días- dijo Corina al entrar al destacamento.
- Necesito hablar con el comisario. Es para radicar una denuncia.
El cabo de guardia Ismael Medina contesta el saludo y solicita a la señora que aclare el motivo de su requerimiento.
-Es por averiguación de paradero- respondió-.Mi esposo salió anoche alrededor de las 22:00 y todavía no regresó.
Para esto ya eran las 12:30.
-Siempre llega a la madrugada y mi intuición me dice que algo le pasó- continuó
-Cuénteme mas detalles, inquirió el uniformado.
-Vestía una remera negra, jeans y zapatillas. Es morocho, 1,75 de estatura, cabello corto y oscuro.
-¿Nombre y apellido?
-Corina Gladys Mendoza.
-¿Y el de su pareja?
-Diego Armando Gutierrez, pero le dicen “diegui”
- ¿A que se dedica su esposo?
- Como todas las noches salió a robar. Casi siempre nos comunicamos por mensajes. En la última vez que lo hizo me comentó que no era una buena noche y que iba a volver temprano.
El cabo la miraba sorprendido. Es muy común este tipo de denuncias los lunes cuando los esposos no regresan, pero lo curioso era la profesión de su pareja.
-¿Tiene alguna foto reciente?- preguntó el policía.
-Le paso una del día del cumpleaños, en la foto es el que tiene en brazos a Ayelen, nuestra hija de 4 años. Es del mes de abril cuando cumplió 23 años.
-El chino Benitez, su compañero, no lo pudo acompañar porque se había pasado de copas y decidió salir solo. Cuando salen juntos una se siente mas tranquila; hoy en día es muy peligroso salir a la calle.

Corina tenía muy demacrado el rostro, y mostraba signos de haber llorado desconsoladamente. Con sus 19 años, había podido formar un hogar que el destino quería arrebatárselo.

OTREBLA

.