Nunca se sabe a ciencia cierta si podemos ser víctimas del ataque de un plantígrado, denominado así porque, como los humanos, apoyan toda la planta del pie al caminar. Parece lógico, ya que para mover sus quinientos kilos de peso, seguramente sufran de pie plano.
Para vencer al enemigo, lo más importante es conocerlo, tanto en sus fortalezas como en sus debilidades.
Son omnívoros es decir, comen de todo, de allí lo poco conveniente de encontrarlos.
Si bien la dieta es variada predominan las plantas y frutos, por lo tanto si no se sienten amenazados por nuestra presencia, se puede evitar enfrentarlos.
De patas cortas, caminan como agachados posados en sus extremidades y por trayectos cortos pueden caminar erguidos.
Son flojos en los sentidos de vista y oído pero se encuentra muy desarrollado su olfato.
Primer consejo: Si lo encuentra en el rellano del bosque, no trate de huir, es muy probable que no se haya percatado de su presencia. Un camuflaje aconsejado es untarse con mostaza, un condimento que inhibe las papilas olfativas de mamífero.
No es peligroso mientras camina como a lo mono. En el momento en que se siente amenazado se para sobre sus patas traseras y alza sus manos, mostrando sus garras.
Segundo consejo: Si encuentra al animal en tono desafiante, no huya porque es tarde, enfréntelo. Para ello alce también sus manos y pegue un alarido. Este método, no es infalible y solo es efectivo en el 70% de los encuentros. Las cargas de los osos suelen ser espectaculares, aunque rara vez terminan en ataque.
Otra característica típica de estos animales esta referida a la hibernación, o sea el largo sueño que desarrollan en invierno cuando las condiciones les son desfavorables. Suelen quedarse largos períodos en sus cuevas, llamadas oseras.
Tercer consejo: Si piensa viajar en zona de osos, procure hacerlo en invierno. Si sigue esta recomendación, no trate de ingresar a su madriguera, algunos osos suelen tener un sueño liviano. Es común que bajen alrededor de 30 kgrs. por la falta de ingesta en esos períodos. Después del amplio ayuno se despiertan con un hambre terrible.
Otro punto importante a la hora de trasponer su hábitat es el período de celo.
Las hormonas de los oso hacen ebullición y estallan ante la aparición de la hembra en celo. No hay nada peor que un oso enamorado.
Toda la fuerza de la naturaleza se concentra en sus partes, pierden el juicio y se ponen muy cachondos.
Último consejo: Si se encuentra con un oso en celo, mátelo con la indiferencia.
Ahora si sientes un aire caluroso y húmedo que te viene de la nuca, relájate y disfruta el momento.
OTREBLA
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