han pasado los años y aún sigo especulando el después del resucitado mas famoso... dicen de él, hermano de María Magdala y de Martha de Betania que huyeron a Chipre y allí se encargaron de esparcir la verdad del Cristo... luego, los hicieron santos... hay otras versiones, pero me quedo con la imagen de Lázaro, en el breve cuento en prosa de Wilde, hablando no de alguien en particular, sino, de un Hombre no crucificado...
luego de aquellas palabras, Lázaro se levantó de aquel sueño eterno de donde nadie despierta y con sus ojos vio los ojos del Señor, llenos de amor, llenos de lágrimas... se dijo el por qué lloras maestro?... el Cristo le cogió de las manos y luego de ayudarle a caminar lo dejó cerca de su lecho... no volvió a verle jamás... sus ojos eran los ojos del mismo maestro... fuera donde fuera, sus presencia estaba... el resucitado, decían todos de él... tuvo que viajar solo, no deseaba estar con nadie a su lado, no gustaba ser reconocido como un hombre vuelto a nacer... bajó de los montes y árboles gigantes por valles llenos de tierra y lodo... pidió asilo en uno de estos valles, y al cabo de un tiempo empezó a laborar de carpintero... a lo lejos escuchaba la voz del maestro latiendo en su corazón... y cuando fue crucificado, sintió el mismo dolor, y sus llagas y heridas eran las suyas... y al tercer día, supo que el maestro, era su hermano... sonrió de placer y dicha... hombre de pocas palabras, hombre lleno de amor por la vida que como una vela se apagaba... en sus largas oraciones hablaba con su único hermano... tuvo hijos y mujeres... tuvo riqueza, amor y grandes amigos... y de sus palabras, que no eran las suyas, hablaba su hermano... y así siguió hasta que una noche, de esas donde la soledad quiere estar por siempre, salió de casa y fue al monte mas alto... su andar fue largo, pero llegó... y en la cima se encontró con el maestro... se abrazaron, se miraron, lloraron... y luego de días y noches de larga conversación, el maestro le dijo a Lázaro... ¿quieres venir a mi lado?, o prefieres morir como hombre... Lázaro miró su corazón y supo la verdad... que la vida es un instante, un aliento, un brillo entre la verdad y la oscuridad... supo medir lo eterno... supo todo, y por ello quiso morir como hombre... ambos se despidieron en el monte... tan solo bajó Lázaro... y ya en su hogar, se puso a dormir... y cuando todos sus hijos fueron a despertarle, vieron un cuerpo seco y sin vida... mas un aroma a rosas invadía todo aquel santo lugar... una voz silenciosa emanaba de aquel cuerpo, que parecía querer decir que deseaba dormir por siempre jamás... |