HOYO EN UNO.


Hoy recuerdo aquella tarde,
ardiente sol de verano,
con una flor en su mano,
paseaba sin alarde.

Sabía que era muy bella,
su cabello rubio y lacio,
caminaba muy despacio
cual una linda doncella.

Se veía el campo solo,
la alcancé en el hoyo nueve,
soplaba una brisa leve,
yo nervioso cual pipiolo.

Quedamos los dos flechados,
nos besamos con pasión,
locos de ardor y emoción
en el césped abrazados.

Aproveché aquel regalo,
En el "grin" con gran embrollo
busqué con afán el hoyo
y me topé un grueso palo.