...Y tu risa volvió a clavarse en mi cien con fuerza,
con pocas ganas de irse.
Con firmeza y un tono revolucionario que atentaba mi rechazo a enamorarme.
Mis puertas de cobardía y miedo.
... Y tu risa llegó una vez más, para quedarse.
Texto agregado el 28-09-2013, y leído por 88
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Lectores Opinan
28-09-2013
Cuando la risa de la persona amada se cuela por los intersticios del corazón, amanece a medianoche y un jilguero canta en la ventana. Me gustó tu texto. ZEPOL
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