Extraña parte 1
Fue con un regalo del cielo, para un hombre que no se lo merecía. Pero ella llegó a su vida para mostrarle que no todo es malo y brindarle una nueva oportunidad.
John es un hombre de 46 años de edad. Su mujer lo dejó y el lleva una pésima relación con su hijo. John es mal humorado, flojo, fuma y tiene una nueva adicción, el alcohol. Pero lo que más molesto es verlo con la misma ropa todos los días, no le gustaban los niños y odiaba el refresco de cola. Tiene una apariencia algo desagradable, es alto mide 1.94 de estatura, pelo castaño claro despeinado, barba y bigote, sexys labios y unos hermosos ojos azules. Es el administrador de unos departamentos en una zona alejada de la cuidad, el hacía reparaciones en los departamentos y en el edifico casi abandonado. Aceptó ese trabajo porque no tenía que pagar renta.
Todo lo hace de mala gana, cuando barre la calle todo lo avienta en una coladera. Su casa era un asco, vivía en un apartamento en el piso 3 de 5.
Una mañana su hijo enrique salió de rehabilitación por alcohol y fue a visitarlo.
-qué onda papá ¿Cómo estás? – pregunta Davis emocionado.
-¿qué quieres? – pregunta serio.
-ya salí.
-¡¡no!! ¡¡¡En serio!!! – dice el sínico de John
-¿y que paso con mi mamá ya arreglaron sus cosas? …
-no.
-ya tengo trabajo. – dice Davis.
-¿de qué? ¿Traficante?
-no…bueno, quiero saber si me puedo quedar en tu casa unos días en lo que encuentro donde vivir.
-no.
-¿no qué? – pregunta Davis.
-no te puedes quedar en mi casa. Lo siento
-en unos días pasaré por mis cosas.
-no creo. – le aclara John a su hijo.
-¿porque?
-si te meten a la cárcel antes no podrás…
La relación con su hijo era bastante mala. John tenía algunos amigos, que tenían problemas como todos. Por ejemplo Mike tenía un problema con su espalda, el doctor le decía que tenía un problema muy grave con su columna y la única solución era una cirugía. John tenía un grave problema con su rodilla, desde que era joven iba con el doctor que le dijo que por su altura él tenía problemas con sus rodilla y espala.
Un día en la mañana salió a trabajar de su apartamento a otro que se encuentra del otro lado del suyo, él era el encargado del mantenimiento de los departamentos desocupados que eran casi todos. Al entrar al departamento le costó abrir la puerta, al entrar dejó su herramienta en la cocina del departamento y fue a arreglar el desperfecto pero al pasar por uno de los cuartos hizo una pausa y vio una joven desnuda cubierta con una manta en el suelo. Ella era de un rostro dulce, cabello castaño claro, con ojos verdes, extrema delgadez pero con un fino cuerpo, dientes grandes, manos largas, piernas largas, pequeños senos y una dulce mirada, no sabe comer, no sabe hablar, no sabe caminar, no sabe ir al baño, no sabe leer. Lo único que sabe es reír y lo hace con mucha dulzura. En pocas palabras una joven inocente.
-perdón, pero no puedes estar aquí. Que no dices nada. Anda niña muévete, lárgate tengo que terminar este departamento. No tengo tu tiempo.
Y la joven solo reía.
-¿de dónde eres? No te puedo echar a la calle con este frio.
Se agachó para verla con más a detalle y la destapó poco a poco, vio su blanca y delicada piel. Le dijo que le tocaba pagar la renta, la abrió de la piernas y él se desabrochó el pantalón y tuvo sexo con ella pero ella no decía nada solo se reía.
Continuara….
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