Los últimos rayos del sol se apresuraban por debajo del horizonte...
De pronto despertó, no podía recordar nada, un inmenso vacío parecía ser el único habitante de su mente.
El gusto pastoso que atenazaba las profundidades de su boca y se prolongaba hasta más allá de la garganta se imponía con primacía por encima de toda otra sensación.
Se asombró del incómodo bienestar que se expandía por todo su cuerpo. Estaba completo, contenido pero… insatisfecho. Tenía sed.
Como un destello de luz una imagen cruzó su mente y desapareció, el animal se había arrojado sobre él con una ferocidad increíble, seguramente el recuerdo de una pesadilla.
Levantó su cuerpo esforzándose casi sin esfuerzo… ¡Qué extraña sensación! sentía que se movía de manera fluida, como melaza; ocupando el siguiente lugar antes de llegar a él.
Se deslizó hasta el cuarto de baño, encendió la luz y se miró en el espejo.
El espejo no le devolvió la mirada.
Texto agregado el 27-09-2013, y leído por 221
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Lectores Opinan
23-12-2013
Completamente vampírico... De los textos al respecto más originales que he leído, sin caer en la cursilería que últimamente envuelven a estos fascinantes personajes. ikalinen