La ciudad estaba esplendorosa a pesar de la fría noche, con sus bellas luces por doquier, la calles inundadas de gente que disfrutaban de la iluminación de la época de navidad, el ambiente cálido por las risas de los niños, y precisamente por ese ambiente efervescente de alegría y optimismo, era posible ubicar fácilmente su silueta gris y su cara apesadumbra.

No puede evitarlo y tuve que acercarme a preguntarle que le pasaba, él estaba sentado en un anden con gente pasando a su alrededor, sus ropas sucias y su rostro sombrío, tan absorto estaba en sus pensamientos, que su mirada estaba perdida y tuve que hacer mi pregunta tres veces:

- ¿Señor se encuentra bien?.....Señor…..señor..
- Si monita, solo que tengo hambre, me puede regalar para un pan?
- Si pero necesito algo?

De repente empezó a reír a carcajadas….yo me sorprendí un poco.. pero podía más mi curiosidad periodística, así que continúe con la conversación.

- Que es tan gracioso?
- Usted necesitando algo de mi?
- Si
- Bueno, pero entonces, sube la tarifa un pan y un café caliente.
- Trato hecho, entonces vamos esa cafetería
- Bueno, tiempo es lo que me sobra, vamos.

Después de preguntarle por su vida, supe que llevaba 5 años siendo habitante de la calle, que fue un gran abogado, pero que se enamoro y esa fue la droga más letal que consumió hasta terminar en el bazucó.

- Pero Pablo, porque terminaste en la calle
- Bueno, creo que es más fácil que lo pongamos en contexto a través del ejemplo de la escena de una de mis películas favoritas de Robín Williams, “Mas allá de los sueños”
- Suena bien, si la he visto y varias veces.
- Perfecto, entonces vamos al final
- O. K .
- Yo, al igual que el protagonista de la película baje al mismo infierno por amor
- Ahhh.
- Pues yo intente que ella saliera del infierno de las drogas y para entenderla, empecé a probar alucinógenos y cuanta droga ella me nombraba.
- ¿Pero parece que no tuvo un final feliz?
- Uhhhh…. Pues no, en nuestro final, si estuvimos juntos, pero nos enloquecimos cada uno en su adicción, pero la mía de estar a su lado, fue la que llevo a que pasara mi gran temor, la perdí.
- ¿Se murió?
- Sí…. De una sobredosis…y yo no puede ayudar, yo estaba casi igual, pero para mi infortunio yo sobrevivi.
- Si ella no esta, entonces porque no sales de las calles, retomas tu vida, eres un persona con una profesión, puedes volver a empezar?
- No, ya no, recuerda una frase de la escena de esa película, “Los buenos terminan en el infierno porque no pueden perdonarse”.